La Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (CHICO) encendió las alarmas ante el creciente saldo que el Estado mantiene con empresas del rubro. Su director ejecutivo, Silvio Larios, informó que la deuda actual supera los 3,500 millones de lempiras, incluyendo más de 800 millones adeudados por la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC). De no corregirse el ritmo de pagos, el monto podría superar los 5,000 millones antes de finalizar el año.
Larios advirtió que la ejecución presupuestaria en instituciones clave como la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) ha sido deficiente, afectando directamente la cadena productiva del sector. “La acumulación de facturas es una práctica pésima que obliga a las empresas a recurrir a la banca, encareciendo sus operaciones y debilitando su liquidez”, señaló.
La deuda incluye pagos pendientes por obras, consultorías, diseños y otros servicios adjudicados mediante licitaciones públicas. Según CHICO, los contratistas enfrentan retrasos de entre cuatro y seis
meses en los pagos, lo que ha generado una caída del 15% en la actividad del sector durante el primer semestre del 2025.
En respuesta, la Secretaría de Finanzas (Sefin) aseguró que ha pagado más de 4,988 millones de lempiras al sector construcción entre enero y junio de este año, y que los pagos se realizan conforme a la Ley Orgánica del Presupuesto y las normas del sistema SIAFI. Sin embargo, CHICO insiste en que la morosidad persiste y amenaza la continuidad de proyectos esenciales, el empleo de miles de trabajadores y la estabilidad de pequeñas empresas subcontratadas.