McALLEN, Texas. “El Sueño Americano” se esfuma para los migrantes de más de 82 naciones que cruzan ilegalmente hacia los Estados Unidos, y se convierte en una pesadilla para sus seres queridos, el último aliento de vida del migrante queda en el interminable desierto sin rumbo, con altas temperaturas que los consumen poco a poco hasta morir estando ya en suelo americano.
Muchos de ellos, se despiden de su familia, al hacerles la última llamada telefónica, cuando podrían marcar al 911 o tocar el botón de rescate que dispone la patrulla fronteriza a lo largo y ancho del inmenso desierto, que lo único que promete es sequedad, culebras, garrapatas.
Recientemente, un mexicano gastó la pila de su celular al llamar a sus parientes y decirles que estaba muriendo, minutos después los familiares llamaron pidiendo auxilio a la línea de emergencia, pero ya era demasiado tarde, su cadáver ya estaba en alto estado de descomposición, expiró a poca distancia de la garita de seguridad que mantiene la Patrulla Fronteriza, contó uno de los agentes.
LA TRIBUNA durante el recorrido por la frontera en McAllen Texas tuvo acceso a conversar con la jefa del programa de Migrantes desaparecidos de la Patrulla Fronteriza del Valle de Río Bravo, Gámez, quien afirmó que en lo que va del año fiscal han encontrado e identificado 24 cadáveres de migrantes de Honduras, México y Guatemala, que han muerto de rabdomiólisis.
“La causa por la que los migrantes fallecen son por una severa deshidratación extrema que se llama rabdomiólisis que es una seria enfermedad que entra al cuerpo, los riñones se cierran”, confió.
Indicó que en caso de sobrevivir ante esa condición quedará enfermo de por vida, sometido a diálisis, es una enfermedad muy severa.
“Los coyotes exponen a los migrantes a esto, el cuerpo se deteriora rápidamente, cansancio, pierden el conocimiento y luego la muerte”, dijo.
La oficina del Forense en Tucson Arizona donde este rotativo también tuvo acceso informó que del 2000 al 2023 han identificado plenamente los cadáveres de 1,886 migrantes mexicanos, 386 migrantes de origen guatemalteco, 77 hondureños y 69 salvadoreños.