El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) anticipa un incremento en el número de desplazados internos en Honduras debido a la violencia y falta de empleo, entre otros factores.
Se espera también que los movimientos mixtos aumenten a niveles históricos, lo que plantea preocupaciones adicionales sobre las personas en riesgo de desplazamiento, los retornados con necesidades de protección internacional y las comunidades de acogida.
Honduras enfrenta una crisis de desplazamiento forzado desencadenada por violencia generalizada, violaciones de derechos humanos y amenazas ambientales.
Además, se observa un aumento sin precedentes en los flujos de movimientos mixtos.
FAMILIAS INDEFENSAS
Hugo Maldonado, presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos de Honduras (Codeh), afirma que el desplazamiento forzado interno en Honduras es una situación difícil para el país.
“Aunque nos digan que crecemos 4.5 por ciento a nivel económico y que la economía se ha elevado, eso no se ve reflejado. La familia hondureña tiene necesidades básicas que no se pueden suplir y se ve indefensa por la violencia”, señala.
Asegura que la situación del país debe cambiar, de lo contrario, este número de desplazados no se va a detener. “Aquí no es que todos los sectores debemos aportar; son las políticas las que deben contrarrestar esta situación,” señala Maldonado.
Rolando Sierra, director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en Honduras, añade que el país ha experimentado un aumento en el número de personas desplazadas internamente debido a la violencia y los impactos del cambio climático, desplazando a muchas poblaciones de sus territorios.
“Esto genera un desplazamiento de personas jóvenes y de la comunidad LGTBI,” explica Sierra.