Hasta seis prisiones del país registraron motines carcelarios unas horas después de que el temido líder de la banda criminal de ‘Los Choneros’ emprendiera su huida. La situación ha puesto contra las cuerdas al nuevo Gobierno de Daniel Noboa, quien ha implementado su primer toque de queda para controlar la situación y localizar al prófugo.
La crisis de seguridad sigue golpeando a Ecuador. Apenas un día después de que osé Adolfo Macías Salazar, alias ‘Fito’, desapareciera de su prisión, el Gobierno de Daniel Noboa decretó un estado de excepción por 60 días para poder localizarlo y después de que se produjeran seis motines carcelarios. El estado de excepción permitirá la actuación de las Fuerzas Armadas, en apoyo a la Policía, para el control de los centros carcelarios, como ya lo han hecho en anteriores ocasiones.
«Acabo de firmar el decreto de estado de excepción para que las Fuerzas Armadas tengan todo el respaldo político y legal en su accionar», aseguró Noboa en un mensaje a través de la red social Instagram.
El mandatario culpó a las bandas del narcotráfico, el sicariato y el crimen organizado de estar detrás de la crisis carcelaria que se han instalado en el país desde hace algunos años. Noboa, reafirmó sus intenciones de «no negociar» con estas bandas para rebajar la violencia. Todo esto en un momento en el que uno de los criminales más importantes del país está a la fuga.
La Policía y las Fuerzas Armadas del Ecuador no han escatimado en los esfuerzos para dar con el paradero de José Adolfo Macías Salazar, alias ‘Fito’. El Gobierno anunció un despliegue de más de 3.000 uniformados con investigación especializada para la búsqueda.
“La búsqueda continúa. La decisión fue que este sujeto esté en otra prisión para que no siga operando (…) Lo más probable es que se filtró información horas antes”, dijo el secretario de Comunicación, Roberto Izurieta, a medios locales este lunes 8 de diciembre.
Sin dar muchos detalles de la investigación, Izurieta dijo a la cadena local Teleamazonas que la operación continúa, teniendo en cuenta que se trata de una “operación especial que incluye características de alguno de estos delincuentes que son casi terroristas”, afirmó, y además aseguró en sus declaraciones en que confía que la búsqueda terminará “exitosamente”.
Es decir, el Gobierno ecuatoriano buscaba el traslado de Macías a otra prisión donde tuviera menos “libertinaje”, como lo explicó Izurieta, pero luego del fallido proceso ninguna de las autoridades dio declaraciones de cuándo exactamente desapareció el líder criminal.