El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió este martes a los líderes de ambos partidos para buscar consenso en torno al aumento del techo de la deuda. Pero las conversaciones no dieron frutos y endurecieron aún más el debate a menos de tres semanas de un eventual incumplimiento de deuda.

Tras un esperado encuentro en el Despacho Oval de la Casa Blanca para abordar el espinoso tema del techo de la deuda, los representantes de los partidos Demócrata y Republicano terminaron justo como empezaron: en un punto muerto que no permite avanzar hacia un acuerdo.

El jefe de la Casa Blanca y los líderes del Congreso no reportaron ningún avance, aunque sí acordaron reunirse nuevamente esta semana para tratar de evitar el riesgo inminente de un incumplimiento gubernamental sin precedentes en la historia de Estados Unidos.

El límite de deuda de 31,4 billones de dólares ya se alcanzó el 19 de enero, por lo que actualmente el Gobierno está recurriendo a dinero en sus reservas para pagar las deudas que ha contraído, como medida extraordinaria.

La razón del estancamiento: la oposición dice que acepta subir ese techo de deuda en 1,5 billones de dólares, con la condición de reducir drásticamente el gasto público, lo que incluiría quitarles recursos a proyectos clave como la condonación de deudas a estudiantes o la entrega de subvenciones para la industria que migre hacia energías limpias.

Joe Biden aseguró este martes que estaba “absolutamente seguro” de que el país podría evitar un ‘default’ y declaró que el incumplimiento de las obligaciones de Estados Unidos “no es una opción”.