Era un ayudante de albañil y ahora es un exitoso empresario en EEUU

DANLÍ, El Paraíso. La ciudad de las Colinas, como se le llama a Danlí, está llena de historias tristes y muy pocas se convierten en finales de éxito, como el caso de Cristian Rodríguez, quien de niño vivió en la escasez de un hogar con problemas de violencia y alcohol; su perseverancia y madurez lo llevaron a ser hoy un empresario y conferencista internacional que comparte sus conocimientos a través de su propia academia constituida en Estados Unidos.

Finalizó su bachillerato mientras trabajaba como bodeguero en una empresa constructora, trabajó en la política en el gobierno de Carlos Flores, llegó a tener cargos dentro de la estructura municipal del Partido Liberal y así logró su primer empleo estable, consciente de que tendría cuatro años para prepararse, emprender y lograr el éxito que hoy comparte.

«Recuerdo a mi madre Silvia soportar el carácter duro de mi padre que salió de la milicia y se refugió en el alcohol, la recuerdo salir corriendo tras él para pedirle para los frijoles; ella emprendió, vendía tortillas en las esquinas de las calles de Danlí, mi regalo de Navidad era el uniforme de la escuela, solo me pudo ayudar hasta el sexto grado y de allí me las arregle solo”, recordó Rodríguez.

“Al salir de la escuela tuve que trabajar de ayudante de albañil, en puestos de ropa, talleres de reparación de bicicletas, para mí fue una etapa de preparación y aquí fue que conocí a una persona que solo había cursado tercer grado y creó una de las primeras constructoras de Danlí, allí subí de rango y era el bodeguero y tuve la oportunidad de seguir estudiando”, prosiguió.

Siempre ha sido Liberal y recuerda que en el gobierno del expresidente Carlos Flores retumbó el lema «Una Nueva Honduras Se Levanta», lo cual lo motivó para incursionar en la política a través de la familia Chacón y Rodrigo Castillo, de Danlí.

“Siempre fui un joven que me gustaba que me miraran y me sentaba adelante, quería ser visible y aspiré a presidente de la juventud, presidente del Consejo Municipal; yo me convertí en el presidente de la juventud y así pude entrar a trabajar a la Alcaldía en el 2014″.

Rogríguez recordó una anécdota en la que trabajando en la Alcaldía quiso emprender y que por ser un principiante en el negocio de las importaciones desde China, perdió 5,100 dólares.

 

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