En la cuarta semana del juicio por fraude civil impulsado en contra del expresidente estadounidense, Michael Cohen, antiguo abogado de confianza de Donald Trump, fue llamado al estrado en la Corte Estatal de Nueva York. Declarando como «testigo clave» para la Fiscalía, Cohen afirmó que habría modificado el valor de las propiedades del magnate para poner cantidades «arbitrarias» elegidas por el mismo Trump.
«El señor Trump me encargó que aumentara los activos totales, basándose en una cifra que él eligió arbitrariamente», señaló Cohen, que ante la pregunta de la Fiscalía sobre cuáles eran las cifras por las que cambiaba los valores reales, el ahora exabogado presidencial se limitó a contestar: «Cualquier número que nos dijera el señor Trump».
Además, Cohen afirmó que, por directrices del ahora precandidato republicano a la presidencia, también habría mentido sobre el valor neto del patrimonio de Trump. En ese sentido, aseguró que el magnate había sentenciado: «Yo valgo 6.000 millones». Esto en referencia a su declaración de patrimonio, que en realidad rondaría en unos 4.500 millones de dólares.
Las declaraciones del antiguo aliado legal de Trump vienen en el contexto de una demanda realizada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, contra el expresidente, sus empresas familiares y sus hijos que, aunque había sido preparada desde el 2018, fue presentada hasta septiembre de este año.
Cohen, abogado con licencia revocada y cumpliendo prisión doméstica desde 2019 por evasión fiscal, ya tiene pasado con la Justicia estadounidense cuando confeso que había mentido frente al Congreso al ser cuestionado por los negocios que tenía el expresidente en Rusia. En ese entonces, el abogado declaró haber mentido por instrucciones de Trump.
Utilizando el historial problemático de su exabogado, el expresidente rechazó los alegatos de Cohen. Según Trump, «está totalmente desacreditado». Además, lo calificó como un «delincuente caído en desgracia».
Por otro lado, el expresidente confirmó que también estaría en la corte el próximo 25 de octubre, cuando sus abogados cuestionaran directamente al testigo de la Fiscalía.
A las afueras de la corte, el que alguna vez declaró que «pararía una bala por Trump» descartó que se tratara de un juicio personal o vengativo, aseverando que se trata de hacer justicia y de «rendir cuentas».
«No se trata de Donald Trump contra Michael Cohen ni de Michael Cohen contra Donald Trump. Se trata de rendición de cuentas, simple y llanamente», expresó el exabogado para la prensa local.
En medio de múltiples juicios en su contra, incluyendo dos casos federales relacionados con un intento de revertir las elecciones presidenciales de 2020 y la extracción de documentos clasificados de la Casa Blanca, Trump se enfrenta a las declaraciones de sus exaliados políticos y rivales, en rumbo a conseguir su candidatura presidencial para 2024.
Fuente:France 24