El expresidente hondureño Manuel Zelaya (2006-2009) señaló el martes las marcadas contradicciones en el seno del Congreso de EEUU acerca de las inversiones de ese país en la nación centroamericana, específicamente los relacionados con las llamadas Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE).
“Es un principio universal: La Independencia, Soberanía e Integridad Territorial de los Países, está sobre el ‘Capital’. Las contradicciones surgen en el propio EEUU, unos senadores a favor de ZEDE y otros en contra. Reafirmo mi posición anti imperialista y a los vende patria les recuerdo el dicho ‘mal paga el diablo a quien bien le sirve”, tuiteó el exmandatario.
Un grupo de 16 congresistas estadounidenses solicitó el martes a la representante comercial de su Gobierno, Katherine Tai, y al secretario de Estado (canciller), Antony Blinken, que se encarguen de proteger las inversiones de su país en Honduras, donde reciente acontecimientos, a su juicio, plantean un riesgo creciente de inestabilidad en la región.
“En concreto, les pedimos que protejan los intereses y las inversiones estadounidenses de la expropiación en Honduras. Es fundamental defender y hacer cumplir el Estado de Derecho, tal y como exige el Tratado de Libre Comercio entre la República Dominicana Centroamérica y EEUU (CAFTA-DR por sus siglas en inglés)”,solicitaron los firmantes.
La citada misiva contradice, como señala Zelaya, una anterior, dirigida igualmente a Tai y Blinken y rubricada por 33 congresistas el 3 de mayo, en la cual solicitaban el apoyo al Gobierno hondureño ante la demanda interpuesta por la ZEDE Próspera, que intenta cobrar 11.000 millones de dólares al Ejecutivo del país centroamericano.
“Socavar la inversión del sector privado estadounidense tendrá efectos negativos significativos y duraderos para el pueblo hondureño”, sostiene la carta firmada el martes.
Los parlamentarios estadounidenses argumentaron que asegurar una inversión estable de su país permitirá a los hondureños contar con un entorno de trabajo justo, capaz de ofrecer buenas oportunidades económicas, educativas, sanitarias, laborales y de vivienda, todo lo cual significaría un tapón para frenar la migración irregular.
Insistieron también en que la inversión sostenida de EEUU en Honduras es de gran interés para la seguridad nacional de la nación norteamericana.
El documento mostró la preocupación de los firmantes por el rompimiento de las relaciones de Honduras con Taiwán y su establecimiento con China, así como la visita de Estado de Xiomara Castro a Pekín, en junio.