La Fiscalía de Estados Unidos (EEUU) pidió formalmente al juez Kevin Castel sentenciar a cadena perpetua al expresidente hondureño, Juan Orlando Hernández (JOH). misma que está prevista para este miércoles 26 de junio a las 10:00 de la mañana hora de Honduras.
A través de un documento presentado ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York, la parte acusadora solicita que el exmandatario sea sentenciado a cadena perpetua, se le decomisen 15.500.000 de dólares, además que se le imponga el pago de una multa de 10 millones de dólares.
“El Gobierno respetuosamente sostiene que el Tribunal debería condenar al acusado a cadena perpetua y exigir el decomiso de la cantidad de 15,525,000 dólares, y ordenarle que pague la multa máxima de 10 millones de dólares”, pidió la Fiscalía.
“El acusado (Juan Orlando Hernández) fue un participante esencial en el corazón de esta conspiración. La pena de cadena perpetua es apropiada en este caso”, detalla en el escrito enviado el Juez Castel.
Según los fiscales durante el desarrollo del juicio en el que JOH fue encontrado Culpable de todos los delitos, fue “evidente que el acusado y sus cómplices desempeñaron un papel vital en la inundación de cocaína a Estados Unidos”.
Asimismo, el documento de la Fiscalía de EEUU revela que Hernández Alvarado y sus cómplices fueron responsables del envío de más de 400 toneladas de cocaína a Estados Unidos.
“Durante más de una década, el expresidente Hernández abusó de su poder político para operar en Honduras – un país de aproximadamente diez millones de habitantes – como un narcoestado”.
“El ascenso del acusado fue impulsado por millones de dólares en dinero de la droga provenientes de algunos de los traficantes de cocaína más grandes y violentos del mundo”, indicaron los fiscales, mismos que testificaron en el juicio de EEUU contra JOH
Aseguraron, además, que, el exgobernante “una vez que obtuvo el control de Honduras, protegió esas drogas y a sus socios con el pleno poder del Estado, canalizando los recursos policiales, militares y financieros de su país para proteger a sus cómplices y ayudarlos a hacer crecer su red internacional de distribución de drogas”.
Expresan que la conspiración causó “daños incalculables en este país y dejando un sufrimiento inimaginable a su paso”.
“El acusado participó en esta conducta atroz mientras se hacía pasar públicamente por un aliado de los Estados Unidos en sus esfuerzos por combatir la importación de narcóticos que destruyen innumerables vidas en este país. Peroa puerta cerrada, el acusado protegió a los mismos traficantes que prometió perseguir”, subrayan los fiscales.