Tocoa, Colón. La ciudad de Tocoa continúa enfrentando una grave crisis ambiental y sanitaria debido a la ausencia de un basurero municipal funcional, situación que se ha prolongado por más de dos años desde la clausura del antiguo vertedero ubicado en la salida hacia la aldea Sinaloa.
El cierre se produjo tras denuncias por contaminación extrema, quema de desechos y afecciones respiratorias de habitantes en zonas residenciales cercanas.
Desde entonces, la administración municipal encabezada por el alcalde, Adán Fúnez, no ha logrado habilitar un nuevo sitio adecuado para el manejo de residuos sólidos.
El predio asignado temporalmente en la comunidad Quebrada de Arena fue rechazado por los pobladores, quienes denunciaron riesgos para la salud y el medio ambiente.
A esto se suma la reciente invasión de los terrenos destinados al crematorio municipal por parte de grupos que exigen vivienda, lo que ha paralizado por completo la recolección de basura.
Actualmente, Tocoa genera entre 12 y 14 contenedores de basura diarios, que no tienen destino fijo.
Las calles, solares baldíos, colonias como Suyapa y Prado Verde, y asentamientos como los del Movimiento Unido Campesino (MUCA), se han convertido en focos de acumulación clandestina de desechos.
El humo tóxico, los malos olores y la proliferación de enfermedades respiratorias han saturado clínicas y hospitales locales.
La ciudadanía ha respondido con protestas, tomas de carretera y bloqueos en la alcaldía, exigiendo soluciones inmediatas.
Sin embargo, las gestiones ante la Fiscalía del Ambiente y el Comisionado Nacional de Derechos Humanos (CONADEH) no han dado resultados concretos.