El Parlamento de Honduras le tributó este jueves un homenaje al japonés Shin Fujiyama, quien lleva más de diez años viviendo en el país centroamericano, en el que se ha propuesto construir 1.000 escuelas bilingües.
Fujiyama, de 38 años, recibió del presidente del Parlamento hondureño, Luis Redondo, una medalla de oro y un Pergamino Especial de Reconocimiento, por su aporte a la educación del país a través de su Fundación Students Helping Honduras.
El galardonado dijo que recibía el homenaje «a nombre de muchas personas» que trabajan con él en la Fundación, y de los donantes y voluntarios de muchos países que hacen posible desarrollar su labor social en Honduras.
Fujiyama, quien ha vivido la mayor parte en Estados Unidos, llegó a Honduras por una casualidad, luego de que no pudiera cumplir un sueño de ser futbolista, en lo que se probó en varias ciudades de Brasil, cuando tenía unos 17 años.
En principio, había escogido Haití para hacer un trabajo de voluntario, lo que no se pudo concretar por la situación política y social en ese país.
Luego fue parte de un grupo de quince voluntarios de su universidad en Estados Unidos que vinieron a Honduras, de los que catorce se enfermaron y él fue el único que superó la aventura, por lo que decidió que su trabajo lo haría en el país centroamericano.
Para crear su fundación, Fujiyama sorteó muchos obstáculos, comenzando por la recaudación de fondos, lo que le llevó a trabajar haciendo labores de limpieza en su universidad, entre muchas otras.
En Honduras, Fujiyama reside en la ciudad de El Progreso, norte del país centroamericano, desde donde se ha venido movilizando a muchas comunidades para ayudar a familias pobres, principalmente niños.
Su trabajo que hoy ha sido reconocido por el Parlamento hondureño ha trascendido en redes sociales, incluido un canal en Youtube.