Migrante hondureño causa accidente mortal en Nashville

Foto cortesía.

Nashville, Tennessee – La noche del 23 de agosto de 2025 quedó marcada por la tragedia en Bell Road, una de las vías más transitadas de Nashville. Un accidente frontal cobró la vida de Raquel Lorena Saravia Barajas, de 37 años, y abrió un debate público sobre la conducción bajo los efectos del alcohol y el control migratorio en Estados Unidos.

Según las autoridades, el responsable del choque sería Julio César Herrera González, un hondureño que se encontraba indocumentado en el país y que presuntamente conducía en estado de ebriedad. El impacto fue tan violento que Saravia perdió la vida en el lugar y su esposo quedó gravemente herido.

Antecedentes migratorios y cargos judiciales

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) confirmó que Herrera González había obtenido el Estatus de Protección Temporal (TPS) en 2008, pero lo perdió en 2015. Desde entonces, permanecía en territorio estadounidense sin autorización legal.

Actualmente enfrenta cargos por homicidio vehicular, agresión vehicular, conducir bajo la influencia del alcohol (DUI) y manejo sin licencia. Además, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) emitió una orden de detención en su contra.

Este caso ha reavivado el debate sobre los vacíos en el sistema migratorio y la necesidad de reforzar las políticas de control, según señalaron fuentes oficiales.

El dolor de una familia destrozada

La familia de Raquel Lorena Saravia vive momentos de profundo dolor. Su hermano, David Saravia, describió a la víctima como “el corazón de la familia” y pidió justicia para que su muerte no quede impune.

“Su sonrisa iluminaba cualquier habitación; ahora solo queda un silencio que nos rompe por dentro”, expresó entre lágrimas.

Los seres queridos de Raquel recalcaron que conducir ebrio nunca es aceptable, y que la tragedia se agrava por la situación migratoria del acusado.

Impacto social y llamado a la conciencia

Organizaciones que luchan contra los accidentes por alcohol han recordado que manejar bajo los efectos del alcohol y sin licencia no es un error, es un crimen que destroza vidas. Este caso pone en el centro de la discusión no solo la seguridad vial, sino también el funcionamiento del sistema migratorio estadounidense.

El proceso judicial contra Herrera González sigue su curso. La familia pide que su historia no quede en el olvido y sirva como advertencia:

“Una decisión irresponsable puede borrar vidas y dejar heridas imposibles de sanar”.

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