Hoy se conmemoran 29 años desde la trágica muerte de la destacada ecologista teleña, Blanca Jeannette Kawas.
Su compromiso con la preservación del medio ambiente fue abruptamente interrumpido cuando, en horas de la tarde-noche del 6 de febrero de 1995, unos desconocidos entraron en su oficina y sin mediar palabras, le quitaron la vida a disparos.
El presidente de la Fundación para la Protección de Lancetilla, Punta Sal y Texigua (Prolansate), Nelvin Bustamante, lamentó que este sombrío suceso no solo marcó el final de la vida de Kawas, sino también dejó una huella dolorosa en la defensa de los ecosistemas hondureños.
Agregó que su presencia física se perdió, pero su legado y contribuciones continúan inspirando a quienes luchan por la protección del medio ambiente.
DATOS BIOGRÁFICOS
Blanca Jeannette Kawas nació el 16 de enero de 1946, en la ciudad puerto de Tela, Atlántida, al seno de hogar formado por el señor Jacobo Kawas y su madre, la señora Blanca Fernández.
Su espíritu de servicio y entrega se evidenció en todo momento de su vida, así es que trabajando con la Rosario Resources Corporation, en El Mochito, Santa Bárbara, entre los años 1973 y 1977, realizó trabajo de labor social en el hospital, iglesia y en las diversas actividades de los empleados de la empresa.
En 1977 contrajo matrimonio con el técnico en minas, el señor Jim Watt, canadiense, padre de sus hijos Damaris y Jaime Alejandro. Debido a la naturaleza del trabajo de su esposo se muda con su familia a vivir a República Dominicana, luego a Chile.
En 1986 se traslada con sus hijos a Nueva Orleáns, Estados Unidos, donde realiza estudios de computación, participa en las actividades de la iglesia, obteniendo reconocimientos.
En una publicación de la iglesia de San Clemente de Roma, del 9 y 10 de enero de 1987, hay una mención hacia ella del párroco padre Ralph E. Carroll: “Jeannette Kawas es sinónimo de organización, eficacia y responsabilidad, sus servicios pastorales han sido muy importantes para mi trabajo en Saint Clement… cuando Jeannette se compromete a coordinar cualquier actividad estoy seguro de que todo se llevará a cabo con éxito”.
Kawas también trabajó en educación de adultos. Para 1989, a solicitud de su padre, regresa a su ciudad natal para encargarse de la administración de sus negocios.
Cuando regresó a Tela, formó parte de la Asociación Hondureña de Ecología (AHE), que fue la primera organización ambientalista en Tela.
Aquí se elaboró un plan operativo para el manejo del Parque Punta Sal, y fue la base del proyecto para decretar Punta Sal como parque nacional y también la creación de la Fundación Prolansate.
En 1991 la Asociación Ecológica de Tela se desintegra y pasa a constituirse en una nueva organización llamada Fundación para la Protección de Lancetilla, Punta Sal y Texigual, Prolansate. Se forma una junta directiva provisional, donde Jeannette forma parte de la misma como tesorera.
En 1992, se obtuvo la personería jurídica de Prolansate y Kawas termina el período en la presidencia de la Fundación.
Para 1993, Kawas fue electa presidenta de la Fundación Prolansate en asamblea general, en cuya gestión se logra que las Naciones Unidas aprueben un proyecto para darle mantenimiento al parque.
Además, la gestión de Jeannette al frente de Prolansate logró la aprobación del decreto 154-94, mediante el cual se le da a Punta Sal la categoría de parque nacional y, más tarde, logra ampliar las áreas protegidas a través de la declaración del Refugio de Vida Silvestre Punta Izopo como área protegida.
Su labor en beneficio de la educación ambiental logró resultados positivos al aprobar la Secretaría de Educación, por gestiones de Kawas, para iniciar la carrera de bachillerato en ecología y medio ambiente, que se imparte actualmente en el Instituto Triunfo de la Cruz, de Tela.
