La noche del 14 de julio de 2022, se filtró entre periodistas que cubren el triángulo norte de América Central (Guatemala, Honduras y El Salvador) la más reciente versión de la lista de personas que han participado en corrupción y acciones antidemocráticas que compila cada año el Departamento de Estado de Estados Unidos y que presenta al Congreso de ese país.
La autenticidad de la lista fue confirmada por fuentes del gobierno estadounidense, quienes aseguraron también que la conocida como Lista Engel continúa en construcción.
El Gobierno de Honduras expresó este miércoles «su rechazo categórico» a la conocida «lista Engel» en la que Estados Unidos señaló por corrupción a 15 hondureños.
«Honduras es una nación soberana y seguirá defendiendo el principio de la no intervención y de autodeterminación de los pueblos», señaló la Secretaría de Relaciones Exteriores del país centroamericano en un comunicado.
El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, acusó en un comunicado a esas personas de «corrupción significativa», de buscar obstruir las investigaciones al respecto y de socavar los procesos democráticos y las instituciones de sus países.
Blinken dijo en su nota que los «ciudadanos de Centroamérica se merecen y esperan Gobiernos que respeten sus derechos humanos, cumplan con la ley y creen las condiciones para que los individuos y las comunidades florezcan».
La simple filtración de la lista empieza a provocar un terremoto político en toda la región, con un compilado de 61 nombres de individuos a quienes se les podría retirar la visa para entrar a Estados Unidos hasta por tres años. En la lista, los señalamientos del gobierno del presidente Joe Biden hacia individuos del Triángulo Norte de América Central van desde lavado de dinero para el narcotráfico hasta obstrucción de la justicia.
Esta estrategia consiste en apuntar nombres de individuos cercanos al poder en El Salvador, Guatemala y Honduras, que pueden ser detonantes para juicios en Estados Unidos. Tal como le sucedió a Hernández, el Departamento de Justicia de ese país prepara una acusación formal contra dos funcionarios salvadoreños por sus negociaciones con pandillas transnacionales.
El limbo de tener una filtración auténtica, pero no oficial, nos permite hacer un análisis de cómo la estrategia aplicada con Hernández para la región toca diferentes fibras en Guatemala, Honduras y El Salvador.
EEUU seguirá colaborando con los funcionarios y organizaciones que muestren dedicación para combatir la corrupción y fortalecer el gobierno democrático.