La Convención Nacional Demócrata arranca este lunes con un doble desafío: ofrecer un deslumbrante espectáculo televisivo aprovechando el entusiasmo generado por la candidatura de Kamala Harris y, al mismo tiempo, definir la narrativa alrededor de la actual vicepresidenta, cuyas propuestas aún son un misterio para parte del electorado.
El evento, que se extenderá hasta el jueves, tendrá como escenario la ciudad de Chicago, elegida por ser un bastión demócrata dentro del llamado «muro azul», un grupo de estados del medio oeste (Illinois, Wisconsin, Míchigan y Minnesota) que han sido clave para la victoria de los candidatos presidenciales demócratas en las últimas tres décadas.