La Casa Blanca resaltó este miércoles su respaldo a las «voces democráticas» en Guatemala y aseguró que cree en el «derecho a la protesta pacífica» de quienes se han lanzado a la calle para denunciar lo que consideran un intento institucional de detener la toma de posesión del presidente electo Bernardo Arévalo.
«Las personas deberían tener derecho a protestar por lo que quieran, siempre que lo hagan de forma pacífica y de una manera que no ponga en peligro a otros», afirmó el coordinador del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, ante periodistas en la sede del Ejecutivo estadounidense.
En manifestaciones por todo el país, que ya entraron en su segunda semana, los guatemaltecos piden la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, a quienes acusan de utilizar distintas maniobras jurídicas para detener la asunción de Arévalo, conocido por su postura anticorrupción.
La tensión se elevó este martes con la decisión del gobierno del mandatario saliente Alejandro Giammattei, aliado de Porras, de movilizar a policías antimotines para contener a miles de manifestantes en la periferia de la capital. Las protestas han sido convocadas en gran mayoría por organizaciones indígenas y campesinas.