Israel aseguró que se prepara para una nueva etapa en su guerra contra Hamás con planes que incluyen ataques dirigidos en Gaza, que tras la eliminación del grupo extremista sería controlada por entidades palestinas que Tel Aviv no especifica.
El ministro de Defensa de Israel anunció el jueves los planes del país para una nueva etapa en su guerra en curso en Gaza, incluida una estrategia más específica en el norte del territorio.
«En la región norte de la Franja de Gaza, realizaremos la transición a un nuevo enfoque de combate de acuerdo con los logros militares en el terreno», dijo en un comunicado la oficina del ministro de Defensa, Yoav Gallant.
Las tácticas incluirán redadas, demolición de túneles, ataques aéreos y terrestres y operaciones de fuerzas especiales, especificó Gallant.
Israel comenzó su campaña militar para eliminar a Hamás después de que sus combatientes cruzaron hacia el sur de Israel el 7 de octubre pasado. Según Tel Aviv, unas 1.200 personas murieron y otras 240 fueron tomadas prisioneras en el ataque. Algunos de los rehenes han sido liberados y unos 130 todavía se encuentran en Gaza.
Mientras, el Ministerio de Salud en Gaza registra que más de 22.400 palestinos, entre ellos un gran porcentaje de ellos mujeres y niños, han sido confirmados muertos en la ofensiva militar de Israel en la Franja.
El anuncio se produce en medio de una creciente presión internacional, incluida la de Estados Unidos, para hacer una transición a combates menos intensos.
Mientras tanto, Gallant dijo que Israel seguirá intentando eliminar a los líderes de Hamás en el sur de Gaza, donde la mayoría de los 2,3 millones de habitantes del territorio han estado viviendo en condiciones brutales durante semanas.
«Continuará durante el tiempo que se considere necesario», asegura el comunicado.
Según el plan de Gallant, la guerra en Gaza continuará hasta que todos los rehenes tomados el 7 de octubre sean liberados, Hamás sea eliminado y las amenazas militares restantes sean neutralizadas.
Una vez que se logren esos objetivos, el plan exige que comience una nueva fase durante la cual «Hamás no controlará Gaza y no representará una amenaza a la seguridad de los ciudadanos de Israel». Según el plan, entidades palestinas no especificadas gobernarían el territorio.
El esquema también estipula que «no habría presencia civil israelí en la Franja de Gaza después de que se hayan logrado los objetivos de la guerra», pero Israel aún se reservaría el derecho de operar en el territorio.