Una misión de la ONU llegó a Nagorno Karabaj después de tres décadas, según anunció Azerbaiyán. Esto ocurrió justo cuando más del 80% de la población armenia local abandonaba la región después de que Bakú la tomara. El papa Francisco expresó su preocupación por la situación humanitaria en la zona al tiempo que Armenia inició un programa de alojamiento para las decenas de miles de refugiados que han llegado a su territorio desde que Bakú se apoderó del enclave.
Un representante de la presidencia de Azerbaiyán informó el domingo primero de octubre que una misión de las Naciones Unidas llegó a la región de Nagorno Karabaj con el objetivo principal de brindar asistencia humanitaria.
La ONU había anunciado previamente la aprobación para enviar su misión a la región. Los armenios, que habían mantenido el control de Nagorno-Karabaj durante tres décadas, se rindieron y acordaron desarmarse la semana pasada después de una rápida ofensiva de Azerbaiyán.
En total, cerca de 600 personas han perdido la vida como resultado de esta ofensiva militar. En los enfrentamientos, aproximadamente 200 soldados de cada bando perdieron la vida.
Desde entonces, la región ha quedado prácticamente deshabitada, con más de 100.000 refugiados que huyen hacia Armenia debido al temor a represalias por parte de Azerbaiyán. Esto ha suscitado preocupaciones sobre una grave crisis humanitaria, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Hans Henri P. Kluge, director regional de la Oficina regional de la OMS para Europa, anunció: «Hemos activado nuestros sistemas de emergencia y enviaremos al país expertos en diversas disciplinas como salud mental, gestión de quemados, servicios sanitarios esenciales y coordinación de emergencias, después de una evaluación completa de las necesidades».
«Los desafíos son realmente enormes, y estamos aquí para hacer todo lo que podamos», añadió.
Fuente: France 24