La Conferencia Episcopal de Guatemala ofreció una conferencia de prensa este miércoles 20 de julio en la que dieron a conocer distintos puntos de vista que tienen sobre la actual situación del país, como la corrupción, la migración, las campañas políticas y la institucionalidad.
En un comunicado, los obispos de Guatemala comentaron que luego de la reunión de julio se dirigían a la población para compartir esperanza aún en medio de la pandemia, acontecimientos mundiales al que se suman muchos otros sucesos nacionales e internacionales como guerra, crisis económica, desastres naturales, entre otras, pues marcan la época difícil que se está viviendo.
Mencionan que ellos son testigos de los acontecimientos de la geopolítica mundial de este cambio de época donde prevalecen hegemonías que no favorecen el bien común ni el bienestar mínimo de las personas y su dignidad humana.
“Guatemala sigue mal y en muchos sentidos se deteriora. El funcionamiento del Estado y de la democracia depende de la objetividad en el orden constitucional y los órganos en los que éste se expresa, como también de las leyes subalternas y ordinarias que regulan su funcionamiento y el de la sociedad.
El Estado solamente cumplirá sus funciones si los actores que le dan vida tienen sentido ético y moral, pueden pervertir el ordenamiento legal, o en cambio suplir con su rectitud moral sus lagunas y deficiencias”, se lee el comunicado.
Añade que “el problema de nuestro país es que la corrupción, irresponsabilidad, intereses y miopía política de los funcionarios en todos los órganos del Estado han corrompido el sistema, han abusado de él, y creado un Estado disfuncional incapaz de cumplir su función de crear el bien común”.
Explican que, a consecuencia de esto, el país está en el puesto más bajo en desarrollo humano de Latinoamérica y que, aunque los problemas son históricos e internacionales, agudiza la situación el hecho que los gobiernos hagan planes de desarrollo sólo para corto plazo y con fines electorales.
“Y aunque los problemas sean históricos e internacionales, agudiza la situación el hecho que los gobiernos hagan planes de desarrollo solo para corto plazo y con fines electorales”, enfatiza.
Puntualizó que “tampoco se ha promovido la aplicación transparente de la justicia, especialmente para las personas de bajos recursos, que además sufren las consecuencias del alto costo de la vida, producto también de condiciones de la economía a nivel global”.
“Invitamos a los guatemaltecos a no perder la ilusión de construir la paz en nuestro país. Dios nos llama a procurar la justicia, a defender la vida humana en todos sus momentos y personas, especialmente los más vulnerables”, resalta la La Conferencia Episcopal de Guatemala.