Tanto Corea del Sur como Estados Unidos tenían pruebas, pero faltaba que Vladimir Putin confirmase que soldados norcoreanos lucharán en el bando ruso en Ucrania.
Rodeado de cámaras y de líderes de países emergentes en la cumbre de los BRICS en Kazán, el presidente ruso evitó negar las acusaciones de que Corea del Norte ya ha enviado tropas a Rusia para su adiestramiento.
Putin habló horas después de que la cámara baja del Parlamento ruso ratificara un tratado de defensa mutua con Corea del Norte que Putin firmó con Kim Jong Un, el líder de Corea del Norte, cuando Putin visitó Pyongyang en junio. Pero dijo que dependía de Moscú cómo ejecutar su cláusula de defensa mutua con Pyongyang y acusó a Occidente de escalar la guerra en Ucrania.
El líder ruso se mostró de nuevo desafiante respecto a su invasión. Los adversarios de Rusia «no ocultan su objetivo de asestarle una derrota estratégica a nuestro país», afirmó. «Diré directamente que son cálculos ilusorios que sólo pueden hacer aquellos que no conocen la historia de Rusia», aseveró.
El miércoles, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd J. Austin III, calificó la presencia de tropas norcoreanas en Rusia de «muy, muy grave», aunque dijo que todavía quedaba por ver «qué están haciendo los soldados en Rusia». Y agregó que no hay evidencia concluyente de que las tropas norcoreanas se estén moviendo hacia Ucrania. Putin pareció despejar todas las dudas.
El líder ruso aprovechó para hablar de las guerras de los demás. Oriente Próximo está al borde de una guerra a gran escala después de un fuerte aumento de la tensión entre Israel e Irán: es el aviso del hombre que lanzó en 2022 la guerra más grande que ha visto Europa en este siglo. Vladimir Putin se dirigió con este mensaje a los líderes del grupo BRICS de países emergentes, a los que dijo que a menos que los palestinos consigan su Estado, sentirán el peso de una «injusticia histórica» y la región permanecerá en «una atmósfera de crisis permanente con inevitables recaídas de violencia a gran escala».
Pero el líder ruso también afrontó llamamientos a poner fin a la guerra en Ucrania. En el mismo foro, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, abogó por una «paz justa» en Ucrania, pidiendo en un discurso ante el presidente ruso el fin de más de dos años de combates. Por el momento no hay señal alguna de que Ucrania o Rusia estén dispuestas a entablar conversaciones para poner fin a este conflicto que se prolonga desde hace más de dos años y medio.
Vladimir Putin se reunió con el secretario general de la ONU tras la cumbre de los Brics en la ciudad de Kazán. El encuentro ha causado una agria polémica. El Ministerio ucraniano de Relaciones Exteriores lamentó que Guterres tomó «una decisión equivocada» cuando declinó la invitación de Ucrania a la primera cumbre para la paz y aceptó sin embargo la invitación a Kazán. Ucrania ha criticado duramente la decisión de Guterres de reunirse con el «criminal Putin». «Esto solo daña la reputación de la ONU», criticó Kiev en redes sociales.
Guterres insistió en que se necesita paz en Gaza, Líbano, Sudán y Ucrania. Y su portavoz dijo que el jefe de la ONU estaba dispuesto a ofrecer su mediación cuando ambas partes estuvieran listas y utilizaría la reunión para reiterar su posición sobre el conflicto.
El presidente chino Xi Jinping, que habló después de Putin, señaló que China quiere una solución política en Ucrania y sugirió que los esfuerzos conjuntos de Beijing y Brasilia ofrecían la mejor posibilidad de paz. «Necesitamos trabajar para una pronta desescalada de la situación y allanar el camino para una solución política», dijo Xi. El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, criticó a las organizaciones internacionales, particularmente a las Naciones Unidas, por no lograr poner fin al conflicto.
Putin mantuvo siete reuniones bilaterales, entre ellas con Guterres, tras el cierre de la reunión de potencias emergentes en esa ciudad situada a unos 700 kilómetros al este de Moscú.
Vía -El Mundo