Lucy Letby, una exenfermera neonatal británica, acusada de matar a siete bebés bajo su cuidado e intentar matar a otros seis en un hospital del norte de Inglaterra, fue sentenciada este lunes 21 de agosto a cadena perpetua. Su sentencia no cuenta con la posibilidad de libertad condicional luego de que el juez a cargo del caso destacara «la crueldad y el cálculo» de ls acciones de la imputada.
Lucy Letby, que se negó a comparecer ante el tribunal para enfrentarse a padres afligidos que expresaron su ira y angustia, recibió la sentencia más severa posible: la cadena perpetua, ya que la ley británica no permite la pena de muerte.
El juez James Goss afirmó que la cantidad de asesinatos e intentos de homicidio y la naturaleza de los crímenes cometidos por la enfermera neonatal, encargada del cuidado de los bebés más frágiles, proporcionaron las «circunstancias excepcionales» necesarias para imponer la llamada «orden de por vida». Es decir, que nunca será elegible para la libertad condicional.
“Hubo una malevolencia que rayaba en el sadismo en su acción (…) Durante el transcurso de este juicio, ha negado fríamente cualquier responsabilidad por su mala conducta. No tiene remordimiento. No hay factores atenuantes”, aseguró Goss.
Después de 22 días de deliberación, un jurado del Tribunal de la Corona de Manchester condenó a Letby, de 33 años, por matar a los bebés durante un período de un año. El dictamen señala que la mujer se aprovechó de las vulnerabilidades de los recién nacidos enfermos y sus padres.