Madrid.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afronta este miércoles, con mucha incertidumbre, su primer gran examen de la legislatura al tener que superar las convalidaciones de tres decretos ley que todavía no cuentan con garantías de éxito.
El Gobierno de coalición, PSOE-Sumar, negocia ‘in extremis’ el apoyo de los independentistas catalanes de Junts que se vuelven a erigir fundamentales para poder sacar adelante los primeros decretos del Ejecutivo que contemplan desde bajadas del IVA, bonificaciones al transporte y subida de las pensiones hasta la modernización de la Justicia y el alza del subsidio por desempleo.
Tres decretos ley que no han sido negociados con Junts y que otros socios de investidura urgen mejorar a través de su tramitación como proyectos de ley, al tiempo que los independentistas catalanes también ven peligrar la aplicación de la ley de amnistía en la norma vinculada a la Justicia ya que podría permitir dejar en suspenso una causa judicial cuando se presente una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la UE.
Lo cierto es que está en juego la llegada de fondos europeos, la prórroga de medidas de ayuda para contener la subida de la inflación, la subida del 3,8 por ciento de las pensiones contributivas o la extensión de la prohibición de desahucios para hogares vulnerables y el aumento del umbral de renta para acceder a las medidas de alivio hipotecario.
El Gobierno y el PSOE apelan a la responsabilidad y confían en llegar a un acuerdo. Han advertido de que negociarán hasta el último minuto después de haber mantenido varios contactos con el PP, para recabar su apoyo o abstención, pero infructuosos.