El sexto y último informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), comisión separada del Estado mexicano encargada de investigar los hechos acontecidos las noches del 26 y 27 de septiembre de 2014 en la localidad de Iguala, Guerrero, fue presentado este 25 de julio en la capital mexicana. Una investigación de más de 300 páginas que apunta a la colusión de las fuerzas armadas con el narcotráfico como responsables directos del ‘caso Ayotzinapa’.
A casi nueve años de la desaparición forzada de 43 estudiantes normalistas en un pequeño municipio en el sureste mexicano, nuevos detalles siguen saliendo a la luz. El más reciente informe del GIEI muestra «los distintos niveles de implicación y responsabilidad de los distintos niveles de Estado en el ataque a los 43», según explicó Carlos Beristáin, uno de los investigadores que lideró la presentación este 25 de julio.
En un auditorio donde las familias de algunos de los 43 jóvenes desaparecidos escuchaban atentamente el desglose de los nuevos hallazgos del grupo de expertos, mismo que señala que los cuerpos de seguridad del Estado han estado involucrados en el caso, desde la cooperación con el grupo criminal Guerreros Unidos -al que se le atribuye parte la autoría material del crimen-, hasta la negligencia para «borrar las huellas» de su participación.
«Los miembros de la Marina detuvieron y torturaron a varios detenidos y con base en esa tortura se hizo la llamada ‘verdad histórica’, junto con SEIDO (Subprocuraduría especializada en Investigación de Delincuencia Organizada) y la PGR (Policía General de la República)», afirmó Beristáin.