Un avión militar de Estados Unidos aterrizó ayer en el aeropuerto internacional de la norteña ciudad de San Pedro Sula con 44 hondureños deportados, como parte de las cuestionadas medidas migratorias del presidente Donald Trump.
Es la tercera aeronave del Ejército norteamericano que llega a la nación centroamericana bajo la nueva política migratoria de Trump, quien asumió el poder el pasado 20 de enero.
Dos vuelos militares arribaron a Honduras el 31 de enero último con 126 connacionales detenidos en la frontera sur estadounidense.
“Aceptaremos por primera vez dos vuelos militares del nuevo esquema que ha lanzado la administración Trump”, afirmó entonces el ministro de Relaciones Exteriores, Enrique Reina.
El canciller explicó que, a diferencia de los vuelos normales de compatriotas expulsados por Estados Unidos, que son notificados 48 horas antes, en el caso de los militares son avisados con apenas 12 horas de antelación.
Con la llegada de esos dos primeros aviones arrancó el programa Hermano, hermana, vuelve a casa, un ambicioso plan de asistencia que comprende sustento económico inmediato y fondos para emprendimiento con el fin de lograr la reinserción de los migrantes en la sociedad.
Ese plan forma parte de la llamada Estrategia Nacional de Emergencia para la Protección de Migrantes Hondureños, lanzada en enero por la presidenta Xiomara Castro, que busca brindar apoyo integral a sus compatriotas en situación irregular en Estados Unidos, en tránsito y a los retornados.
Según datos de la Cancillería, al menos 250 mil hondureños enfrentan procesos de deportación en Estados Unidos, aunque no todos están detenidos.
El director del Instituto Nacional de Migración, Wilson Paz, señaló que esta semana presenta una situación atípica, pues para mañana se espera la llegada de otra aeronave castrense, la cuarta en apenas 11 días.
Paz comentó, además, que para esta semana está programado el aterrizaje de cuatro vuelos chárter adicionales, una modalidad considerada normal dentro del acuerdo establecido con Estados Unidos para la repatriación de hondureños.