“No tenemos quién persiga el terrorismo”: cuál es el riesgo de declarar a México en una guerra narcoterrorista
La pelea por el control y expansión en el mercado de estupefacientes ha derivado en conflictos armados entre células delincuenciales en México.
Tanto así, que la propia Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha reconocido tener plenamente identificadas algunas zonas bajo el yugo de grupos criminales: “Quizá las fronteras sean áreas donde el enfrentamiento de las organizaciones sea más difícil de quitar.
Va a seguir permaneciendo en diferentes niveles de violencia entre ellos”, declaraba su titular, Luis Cresencio Sandoval.
Aprehensión de capos, control de riñas penitenciarias y la frustración de una posible venganza ente cárteles fueron las acciones que según el Federativo derivaron en los narcobloqueos, la quema de establecimientos y vehículos, y los asesinatos de civiles en Ciudad Juárez.
Actos ante los cuales, críticos del Gobierno no tardaron en señalar de terrorismo y, además, cuestionar la resistencia del gabinete de seguridad y del presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por catalogarlo de dicha manera.
Por ello, el especialista proyectó que no habría ninguna diferencia en materia jurídica con decretar a la jornada de violencia como “actos terroristas”; no así, subrayó, para la índole diplomática especialmente con la relación bilateral México – EEUU en donde sí habría repercusiones.
“Legalmente no hay nadie que se anime a llamarlo. Reconocerlo activaría marco jurídico internacional de persecución al terrorismo. Nos metería en un problema con los norteamericanos seguramente”.
Sin embargo, otra advertencia en el que Hernández ahondó frente a una poco probable declaración de “terrorismo en México” es en el tema de los militares, a quienes, dijo, se les concedería permisos para efectuar más tácticas de crueldad: “Cuando empezamos a utilizar el lenguaje de guerra, implícitamente le estamos diciendo a nuestros soldados que pueden adoptar más tácticas de crueldad”.
“Si los militares se han atrevido a cometer tantas ejecuciones extrajudiciales con todo y la prensa y la CNDH monitoreando, no me quiero ni imaginar lo que va a ocurrir si les soltamos la correa y les decimos: ‘Ahora sí estamos en una guerra, hagan lo que quieran’”, señaló.