Armenia y Azerbaiyán dijeron que habían acordado el sábado un nuevo alto el fuego humanitario a partir de la medianoche (2000 GMT) en los combates por el enclave de Nagorno-Karabaj, un territorio montañoso reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán pero poblado y gobernado por personas de etnia armenia.
Con anterioridad, ambas partes se habían acusado mutuamente de nuevos ataques que violaron una tregua negociada por Rusia de una semana que no había logrado detener los peores combates en el sur del Cáucaso desde la década de 1990.
Bakú dijo que 13 civiles murieron y más de 50 resultaron heridos en la ciudad de Ganja por un ataque con misiles armenios, mientras que Ereván acusó a Azerbaiyán de bombardear áreas pobladas del enclave y objetivos en Armenia.
Los combates son los peores en la zona desde que Azerbaiyán y las fuerzas de etnia armenia entraron en guerra en la década de 1990 por Nagorno-Karabaj.
Ambos países anunciaron el alto el fuego en idénticas declaraciones.
El canciller ruso, Sergei Lavrov, habló por teléfono con sus pares armenios y azeríes el sábado y enfatizó que se debe respetar la tregua que medió hace una semana, dijo Moscú.
Rusia, Francia y Estados Unidos pertenecen al Grupo de Minsk, que ha intentado ayudar a resolver el conflicto bajo el paraguas de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Nagorno-Karabaj emitió un comunicado diciendo que “reafirma su disposición a mantener los términos del alto el fuego humanitario sobre una base recíproca… según la declaración de Moscú del 10 de octubre y los acuerdos del 17 de octubre”.
Armenia habla con Azerbaiyán en nombre de Nagorno-Karabaj, ya que Bakú se niega a negociar con las autoridades separatistas.
Ereván dice que sus propias fuerzas no están involucradas en el conflicto y no han atacado a Azerbaiyán. Muchos ciudadanos armenios, incluido el hijo del primer ministro, sirven como voluntarios en el ejército de Nagorno-Karabaj.