Por segundo domingo consecutivo, el Papa Francisco aprovechó la plataforma mundial que le da la Plaza de San Pedro para realizar un nuevo llamamiento a la paz, esta vez ante la situación en Tierra Santa.
“Sigo con mucho dolor lo que sucede en Israel y Palestina. Pienso en tantos…, especialmente en los pequeños y en los ancianos”, dijo el Papa. Y a continuación mencionó: “Renuevo mi llamado para la liberación de los rehenes y pido con fuerza que los niños, los enfermos, los ancianos, las mujeres y todos los civiles no sean víctimas del conflicto. Que se respete el derecho humanitario, especialmente en Gaza, donde es urgente y necesario garantizar corredores humanitarios y socorrer a toda la población”.
Visiblemente enfático subrayó también ante 22 mil personas que le escuchaban en la Plaza de San Pedro al medio día de este domingo 15 de octubre: “Hermanos y hermanas, ya han muerto muchísimos. Por favor, ¡que no se derrame más sangre inocente, ni en Tierra Santa, ni en Ucrania, ni en ningún otro lugar! ¡Basta ya! ¡Las guerras son siempre una derrota, siempre!”.
Papa Francisco puso a rezar a los presentes un Ave María, oración que estuvo precedida de estas palabras: “La oración es la fuerza suave y santa para oponerse a la fuerza diabólica del odio, del terrorismo y de la guerra. Invito a todos los creyentes a unirse a la Iglesia en Tierra Santa y a dedicar el próximo martes, 17 de octubre, a la oración y al ayuno. Y ahora recemos a la Virgen” [Ave María].
El Papa también aludió a otros conflictos en curso: “Mi preocupación por la crisis de Nagorno-Karabaj no ha disminuido. Además de la situación humanitaria de los desplazados que es grave, quisiera hacer un llamado especial a la protección de los monasterios y lugares de culto de la región. Espero que, empezando por las Autoridades y todos los habitantes, puedan ser respetados y protegidos como parte de la cultura local, expresiones de la fe y signo de una fraternidad que hace posible convivir en la diferencia”.