Científicos de la Universidad de Tsighua en China afirmaron que el gigante asiático usó una tecnología de manipulación del clima para limpiar la polución del cielo de Beijing durante la celebración de los 100 años del Partido Comunista el pasado 1 de julio.
De acuerdo con los investigadores, el gobierno lanzó una operación a gran escala, “sembrando nubes” y uniéndolas con químicos para provocar lluvias en los suburbios de la capital horas antes del magno evento político.
La investigación dirigida por el profesor de ciencias ambientales de la Universidad de Beijing, Wang Can, fue publicada en Environmental Science, una revista china revisada por pares el 26 de septiembre. En él se concluye que la caída en la contaminación el día del 1 de julio no tuvo una causa natural, ya que “la lluvia artificial fue el único evento perturbador en ese período”.
De acuerdo con el medio South China Morning Post, al evento conmemorativo del centenario comunista asistieron miles de personas, el cual se desarrolló en la más meticulosa planificación en la Plaza de Tiananmen, comenzando a las 8 de la mañana en condiciones climáticas nubladas. Poco después de terminar la ceremonia, que duró dos horas, hubo un aguacero.
Esto no es algo sin precedentes, pues de acuerdo al medio chino las autoridades meteorológicas del país han estado tratando de alterar el clima para eventos importantes por lo menos desde 2008, cuando Beijing fue la sede de los Juegos Olímpicos.
Pero según los científicos de Tsinghua lo hecho durante el centenario del Partido Comunista desafió todos estos precedentes.
Un desafío particular fue el aumento inesperado de los contaminantes del aire en el periodo previo al aniversario.
Si bien la mayoría de las actividades industriales, como las fábricas y los camiones de carga, se detuvieron en Beijing y las provincias cercanas, la circulación del aire también se redujo, lo que dificultó la disipación de los contaminantes.
Además, la capital china tuvo su verano más húmedo este año, con casi el doble de la mitad del promedio de lluvia que había registrado anteriormente, y de acuerdo con el gobierno municipal los niveles de agua subterránea aumentaron casi 5 metros en solo unos pocos meses.
Llovió casi todos los días de la semana anterior a la ceremonia de julio Por eso ese día a los asistentes les dieron impermeables como parte de un paquete de recuerdo.
Sin embargo, desde las 8:30 p.m. de la noche anterior, se empezó la operación de siembra de nubes, la cual duró alrededor de dos horas.
Según personas que viven en las montañas del suroeste de la ciudad y que fueron citadas por el medio chino, se vieron una gran cantidad de cohetes surcando el cielo, los cuales estaban siendo utilizados para enviar yoduro de plata al cielo para estimular la lluvia.
“Fue muy fuerte, como un trueno, y duró mucho, mucho tiempo … fue como una zona de guerra”, dijo un residente, que no quiso ser identificado. “Luego cayó la lluvia, fue bastante fuerte”.
Otro residente dijo que encontró escombros de los cohetes que habían caído cerca de su casa.
China ha construido algunas de las redes más grandes y sofisticadas del mundo para la modificación del clima. El año pasado, el gobierno lanzó un programa de modificación del clima que cubre una vasta área en el oeste del país, incluidos Xinjiang y el Tíbet. Su objetivo es interceptar el aire húmedo a gran altura, llevado por los vientos del Océano Índico sobre el Himalaya, que se espera que aumente debido al cambio climático.
Para estos fines se usan satélites, aviones, estaciones móviles de radar y tecnología dotada con inteligencia artificial. Así, las autoridades meteorológicas buscan predecir el movimiento del aire húmedo para poder lanzar estas operaciones de siembra de nubes y controlar cuándo y dónde llueve.
Según los investigadores, existe una preocupación de que estas modificaciones del clima a gran escala puedan alterar definitivamente los patrones climáticos de la región.
Estos riesgos son claros para el ex subdirector de la Administración Meteorológica de China, Xu Xiaofeng, quien en un artículo publicado en la revista china Advances in Meteorological Science and Technology en octubre afirmó que modificar el clima “no es solo un proyecto científico sino también un proyecto de ingeniería social estrechamente relacionado con los intereses, el medio ambiente y las responsabilidades [de un país]”.
“Para enfrentar estos problemas, necesitamos tener nuevas leyes, regulaciones o tratados internacionales”, agregó.
– Fuente: Infobae