Dice que aunque su camino no ha sido fácil, ha logrado superar sus adicciones y, que de a pocos ha podido levantar un pequeño refugio a orillas del río Tunjuelito, afectado por la contaminación generada por las descargas de aguas industriales y domésticas del sur de la ciudad.
Luis encontró en el reciclaje una salida que le cambió el rumbo a su vida y dice que es consciente de que son pocas las personas sin hogar y recicladoras que cuentan con una carreta para poder sobrevivir, por lo que decidió jugársela y participar en un concurso público para buscar alternativas de vivienda para “habitantes de calle”, como se le conoce en Colombia a las personas desamparadas.
El proyecto, explicó Luis Alfredo Muñoz consiste en “crear casetas, espacios en el que el reciclador o el ‘habitante de calle’ pueda llegar, que tenga un refugio y pueda trabajar con la comunidad haciendo recolección de los residuos aprovechables”.