Luis Alfredo Muñoz es una persona sin hogar que vive en las calles de Bogotá hace 20 años. Logró el año pasado ganar un concurso en la alcaldía de Bogotá con un proyecto de refugios para que personas sin techo como él puedan tener una vivienda.
Dice que aunque su camino no ha sido fácil, ha logrado superar sus adicciones y, que de a pocos ha podido levantar un pequeño refugio a orillas del río Tunjuelito, afectado por la contaminación generada por las descargas de aguas industriales y domésticas del sur de la ciudad.
Luis encontró en el reciclaje una salida que le cambió el rumbo a su vida y dice que es consciente de que son pocas las personas sin hogar y recicladoras que cuentan con una carreta para poder sobrevivir, por lo que decidió jugársela y participar en un concurso público para buscar alternativas de vivienda para “habitantes de calle”, como se le conoce en Colombia a las personas desamparadas.
El proyecto, explicó Luis Alfredo Muñoz consiste en “crear casetas, espacios en el que el reciclador o el ‘habitante de calle’ pueda llegar, que tenga un refugio y pueda trabajar con la comunidad haciendo recolección de los residuos aprovechables”.