«Si sale todo bien, podrían salir de Colombia a finales de año». David Echeverri, mira con optimismo el futuro. El director de Conare (Corporación Autónoma Regional de las cuencas de los ríos Negro y Nare) confía en que esta vez podrán librarse de algunos de los 150 hipopótamos que nacieron en la Hacienda Nápoles y alrededores. En caso de no conseguirlo y que continúen reproduciéndose al ritmo actual, los expertos calculan que superarían los 1.500 ejemplares en 2040.
«México podría llevarse hasta diez y en la India dijeron tener capacidad para sesenta. Solo el avión les costaría alrededor de un millón de dólares», agrega Echeverri, en entrevista con El MUNDO. Los individuos juveniles pueden pesar algo más de una tonelada, los adultos, casi el triple. «Sería un sueño que se puedan mandar. Llevamos años trabajando una salida. No sería la solución del problema, pero ayuda».
En el último decenio consiguieron remitir siete a diferentes zoológicos colombianos y han recibido propuestas de varios países latinoamericanos, como Uruguay y Ecuador, que nunca concretaron. Los elevados costes del transporte suele ser la causa de no materializar la entrega.
«El Santuario y centro de rescate de animales Ostok», en el estado Sinaloa, sería el destino de una decena de ellos. En México esperan que aterricen en el aeropuerto de Culiacán después de Semana Santa, aunque parece prematuro dadas las certificaciones y cuarentenas requeridas.