El alto comisionado de la Naciones Unidas para los derechos humanos, Volker Türk, presentó hoy un informe de su oficina que documenta lo que considera detenciones arbitrarias de 225 personas (199 hombres y 26 mujeres) en Nicaragua por sus posiciones políticas y críticas al Gobierno de ese país.
La delegación nicaragüense rechazó el contenido del informe, que ve como una injerencia.
En una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre Nicaragua, el alto comisionado austriaco pidió al Gobierno de Daniel Ortega la liberación inmediata de todos estos detenidos, que desde el anterior informe presentado ante este órgano han aumentado en una semana.
«Me gustaría expresar mi solidaridad con las víctimas y sus familias, y con todos los defensores de derechos humanos en Nicaragua y en el exilio», expresó Türk en español al final de su intervención.
«Mi Oficina continuará apoyando los esfuerzos por la rendición de cuentas y por la promoción y protección de los derechos humanos», destacó el alto comisionado.
Türk lamentó que el Gobierno de Nicaragua se haya negado a cooperar con las distintas instancias de Naciones Unidas en materia de derechos humanos durante este año.
«Esto ilustra un situación en la que el contrato social está en ruinas, la verdad erosionada, las vidas rotas y la sociedad fracturada», concluyó el alto comisionado.
Türk también denunció ante el Consejo las detenciones «sistemáticas» de familiares de opositores políticos y disidentes.
El alto comisionado destacó las condiciones «precarias» de los detenidos en la prisión de El Chipote, que sufren condiciones «inhumanas», acceso limitado a los cuidados médicos y que no pueden contactar habitualmente con sus familiares.
La salud mental de estos detenidos «se deteriora cada día», insistió Türk, que denunció el trato «humillante y degradante» al que han sido sometidos los familiares que acuden a visitar a los reos, con registros sin ropa realizados incluso a mujeres ancianas.