En medio de la invasión de Putin a Ucrania, el parlamento dominado por el sandinismo aprobó el ingreso de militares y material bélico ruso a su territorio.
Este martes, la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó, a solicitud de Ortega, el ingreso a Nicaragua “de naves, aeronaves y personal militar extranjero con fines de intercambio y asistencia humanitaria en beneficio mutuo en casos de situaciones de emergencia para el segundo semestre del 2022″, de la Federación de Rusia, Venezuela, México, Cuba, Estados Unidos, Guatemala, El Salvador, República Dominicana y Honduras.
Según el decreto 10-2022, las tropas rusas podrán participar a partir del próximo 1 de julio en “ejercicios de adiestramiento e intercambio en operaciones de ayuda humanitaria, misiones de búsqueda, salvamento y rescate en situaciones de emergencia o desastres naturales, con las fuerzas terrestres, Fuerza Aérea y Fuerza Naval del Ejército de Nicaragua”.
Igualmente contempla el “intercambio de experiencias, adiestramiento, operaciones en contra de ilícitos en espacios marítimos en el Mar Caribe y aguas jurisdiccionales en el Océano Pacífico de Nicaragua, con la Fuerza Naval del Ejército de Nicaragua” y el “intercambio de experiencias y de comunicación operacional con naves y aeronaves del Ejército de Nicaragua en labores de enfrentamiento y lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado”.
La autorización provocó la alarma de los gobiernos de EE UU, Costa Rica y Colombia. “Invitar a las fuerzas rusas, a las tropas rusas a ejercicios, aunque sean humanitarios en el momento que ese país está invadiendo un país vecino, e incurriendo en violaciones a los derechos humanos en Ucrania, nos parece una provocación por parte del régimen nicaragüense, y es algo un poco peligroso para nosotros”, declaró Brian A. Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, a la agencia alemana Deutsche Welle.