«Triunfo» revolucionario pese a la apatía generalizada y el fantasma de la abstención. La Comisión Electoral Nacional (CEN) ha hecho públicos los primeros resultados, favorables al gobierno, que de inmediato han suscitado la sospecha de irregularidades entre opositores y activistas, pese a tratarse de la mayor abstención en comicios parlamentarios de la historia.

Casi seis millones de cubanos (70,34%) habrían votado hasta dos horas antes del cierre de las urnas (la jornada se amplió en una hora por orden del CEN), pese a la limitada presencia en los colegios, reportada por observadores y periodistas que consiguieron evadir el cerco policial.

El resultado final estaría por encima del 75%, según la transpolación de los resultados realizada por grupos opositores.

De este modo, a falta del último boletín del CEN, el teatro electoral dispuesto por el régimen cubano significaría todo un «éxito» para el presidente Miguel Díez-Canel, cuya presidencia durante cinco años también estaba a examen. El «apoyo» a su gestión habría crecido extrañamente desde las elecciones municipales de noviembre de 2022. En aquella ocasión, sólo votó el 68% del censo electoral, mínimo histórico.

De antemano ya se daba por ratificados los 470 candidatos para 470 escaños, cuya primera misión en abril será reelegir a Díaz-Canel para un nuevo periodo presidencial de cinco años.