Las falsas amenazas de bomba se incrementaron en Francia, con numerosos aeropuertos y lugares turísticos afectados y decenas de evacuaciones ordenadas. ¿Cómo se gestionan estas denuncias? ¿Se toman decisiones en función del riesgo? ¿A qué se exponen los responsables de las falsas alarmas? France 24 analiza la situación.
Esto no para. El jueves 19 de octubre, el Palacio de Versalles fue evacuado por cuarta vez en menos de una semana. Varios aeropuertos franceses, entre ellos los de Nantes y Beauvais, fueron evacuados dos días seguidos. El museo del Louvre también se vio afectado el sábado pasado. Las amenazas de bomba se multiplican por toda Francia.
El ministro de Educación, Gabriel Attal, anunció el lunes que se habían «emitido 168 amenazas de bomba a las escuelas desde el inicio del curso escolar», el 4 de septiembre. El titular de la cartera de Transportes, Clément Beaune, resumió la jornada del miércoles por la noche: «17 aeropuertos amenazados, 15 aeropuertos evacuados, 130 vuelos anulados y numerosos retrasos».
17 aéroports menacés.
15 aéroports évacués.
130 vols annulés. De très nombreux retards.Ces fausses alertes ne sont pas des mauvaises blagues. Elles sont des délits. Elles seront sanctionnées.
Une plainte a été déposée pour chaque menace. Avec une saisine du procureur @DGAC https://t.co/fSlsdhKMrH
— Clement Beaune (@CBeaune) October 18, 2023
Este aumento de las amenazas de bomba llega en un momento particular: Francia permanece vigilante ante la posibilidad de que el conflicto palestino-israelí se traslade a su territorio. Además, ubicó su sistema Vigipirate, creado para aumentar la seguridad ante actos terroristas, en el nivel de «ataque de emergencia», después del ataque con cuchillo del 13 de octubre que se cobró la vida de Dominique Bernard, un profesor de francés del instituto Gambetta, en la localidad norteña de Arras.
Aunque hasta la fecha no se ha confirmado ninguna amenaza real, los informes se toman sistemáticamente en serio. «No podemos correr ningún riesgo, así que ninguna alerta se toma a la ligera, evacuamos siempre», afirma Flavien Bénazet, secretario general del sindicato policial SNUIPN.
Las denuncias llegan en forma de llamadas telefónicas, correos electrónicos o mensajes enviados a la plataforma ‘Ma sécurité’ (Mi seguridad), que permite a los ciudadanos ponerse rápidamente en contacto con la Policía para emitir cualquier tipo de alerta.
Las falsas amenazas de bomba no son nada nuevo. «Es algo que ocurre muy de vez en cuando, a menudo relacionado con la actualidad. Cualquier lugar abierto al público puede verse afectado, pero sigue siendo raro. Está claro que en este momento hay un pico», admite Flavien Bénazet.
Las estadísticas sobre el número de amenazas de bomba registradas cada año en Francia no están a disposición del público. Contactado por France 24, el Ministerio del Interior no respondió a nuestras solicitudes.
En caso de alerta, el procedimiento es siempre el mismo, sea cual sea el contexto. La persona que recibe la alerta la transmite rápidamente a sus superiores, que se ponen en contacto con la prefectura del departamento para ordenar la evacuación del lugar y el envío de un equipo de desactivación de bombas.
«En caso de amenaza de bomba, deben crearse equipos de búsqueda del artefacto explosivo. Cada equipo de búsqueda debe incluir al menos una persona que conozca bien el lugar», indica el código de procedimiento oficial, consultado por France 24.