Más de 2 mil menores de edad han retornado al país producto de la migración irregular durante la pandemia de la COVID-19

l 58 por ciento han retornado desde México, un 37 por ciento desde los Estados Unidos, un 4.5 por ciento desde Guatemala y menos de un 1 por ciento de otros países.

Tegucigalpa.-  Ante los múltiples peligros a los que son expuestos los menores de edad en la ruta migratoria, las autoridades de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia-DINAF, realizaron un nuevo llamado a los adultos responsables de su cuidado para que no los integren en la difícil travesía.

 

Durante los meses de la pandemia por la COVID-19 se han registrado en el país 2 mil 190 menores retornados, a quienes se les ha asistido conforme a lo establecido en las normativas vigentes.

 

Del total de niños retornados 853 viajaban acompañados y mil 137 no acompañados. En el grupo 362 presentan edades de 0 a 5 años, 389 entre 6 a 11 años y mil 439 entre 12 y a 7 años de edad.

 

El 58 por ciento de los menores asistidos han retornado desde México, un 37 por ciento desde los Estados Unidos, un 4.5 por ciento desde Guatemala y menos de un 1 por ciento de otros países.

Rosa Estrada, especialista en Migración de la DINAF, dijo que la migración de menores de edad, en el pasado se consideraba parte o dependiente de la de los adultos, sin embargo, en la actualidad se ha identificado que los niños y niñas juegan un papel importante en esta travesía, ya que son colocados en el frente de batalla para cruzar las fronteras.

 

Peligros permanentes

 

Los riesgos que viven los migrantes que intentan cruzar fronteras internacionales se hacen visibles de diferentes maneras, añadió Estrada, en especial para quienes lo hacen de forma irregular y particularmente para los menores de edad, por ser los más vulnerables.

 

La especialista, destacó que los peligros durante el trayecto migratorio, están asociados desde condiciones climáticas y geográficas, así como con abusos de autoridad y daños a su integridad física y emocional.

 

“Un viaje sin futuro que los coloca al filo del peligro” ya que pueden ser víctimas de extracción de órganos, explotación sexual comercial, trata de personas, pornografía infantil, esclavitud, tráfico de drogas, abuso sexual, extorción, robo, secuestro, contagio del COVID-19 y hasta la pérdida de la vida.

 

Desde la DINAF, se hacen esfuerzos para proteger a los menores de edad que retornan al país producto de la migración irregular.

 

Los niños y niñas migrantes retornados son atendidos de acuerdo al Protocolo de Protección Inmediata, Repatriación, Recepción y Seguimiento de Niñas y Niños Migrantes en el Centro de Atención Belén, ubicado en la ciudad de San Pedro Sula.

 

De forma posterior, se coordina con las autoridades locales a través de las oficinas regionales a fin de garantizar un reintegro familiar y retorno a sus comunidades de manera segura.

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