El actual presidente de El Salvador, Nayib Bukele, el mandatario latinoamericano en activo que goza de mayor popularidad gracias en buena medida a su controvertida política de lucha contra las pandillas, busca la reelección empleando una argucia legal, sin un nuevo plan de gobierno y sin patear las calles para hacer campaña.
Fiel a su estilo de romper con lo tradicional, Bukele se apunta a sortear una más: la tradición de mandatos únicos desde que el país entró en democracia y que se sostenía con la prohibición constitucional de la reelección inmediata.
“No, no hay reelección (en El Salvador) y yo estaría fuera de la Presidencia a los 42 años”, dijo Nayib Bukele en marzo de 2021 en una entrevista que concedió a dos youtuberos mexicanos.
En 2013, cuando era alcalde del poblado de Nuevo Cuscatlán y se mostraba como una alternativa de renovación de la exguerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), afirmó que “la Constitución no permite que la misma persona sea presidente dos veces seguidas”.
Sin embargo, en septiembre de 2022 ante el Congreso, de amplía mayoría oficialista, anunció su intención de buscar la reelección inmediata.
Para rastrear el último antecedente de esto en El Salvador es necesario remontarse hasta la década de los años treinta, cuando el dictador y militar Maximiliano Hernández Martínez lo hizo e instauró el llamado “Martinato”, que duró hasta 1944.
Nayib Bukele es el primer presidente de la etapa democrática salvadoreña en aventurarse a la reelección inmediata.
Esta decisión, dijo el mandatario en septiembre de 2022, es para que “podamos continuar este camino que hemos iniciado, el camino que por primera vez en nuestra historia ha demostrado ser el correcto”.