De origen latinoamericano, sobre todo paraguayo y colombiano; mujeres captadas en las redes sociales con ofertas de un trabajo en Europa y obligadas a ejercer la prostitución en pisos 24 horas al día. Así operan las redes de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, la nueva esclavitud de siglo XXI.
Hoy, 2 de diciembre es el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud, fijado para conmemorar ese mismo día de 1949, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el convenio para la represión de la trata de personas y la explotación ajena.
Con motivo de esta conmemoración, EFE ha hablado con la teniente Elena Colás, de la Sección de Trata de Seres Humanos de la Unidad Técnica de Policía Judicial (UTPJ) de la Guardia Civil, ante el incremento “alarmante” de la explotación sexual de mujeres no solo en España, sino en el resto de la Unión Europea, donde también aumenta la preocupación por la trata con fines laborales, según afirma.
Bien sea por la mayor sensibilización de las fuerzas de seguridad ante esta lacra, bien por la “valentía” de la denuncia de algunas víctimas, lo cierto es que desde la pandemia ha aumentado el número de operaciones policiales contra este delito.
Colás pone como ejemplo a la propia Guardia Civil, que en lo que va de año ha incrementado en un 42 % el número de operaciones respecto a las mismas fechas de 2022.