El expresidente Evo Morales dijo el domingo que fue operado en Bolivia por un problema en la próstata pero aseguró que los exámenes descartaron un tumor maligno.
El exgobernante boliviano (2006-2019), dijo que fue internado en un hospital de Bolivia a fines de marzo por un malestar en la próstata.
Fue sometido a «estudios de biopsia», pero los resultados concluyeron que no había nada «maligno y me operaron», dijo Morales, de 63 años, en una entrevista.
Según detalló, «personal» del presidente venezolano, Nicolás Maduro, se comunicó con él, estando convaleciente, tras lo cual viajó a Caracas la semana pasada.
Allá se sometió a nuevos chequeos. Los «médicos decían que mi corazón parecía de un chico de 15 años», bromeó Morales, quien agregó que retornó «contento» a Bolivia.
Morales y su entorno manejan con mucha discreción su salud.
En julio de 2018, Morales fue operado en La Paz de un tumor, sin revelarse de qué tipo ni en qué parte del cuerpo. En abril de 2017 se le extrajo un nódulo benigno en la garganta en Cuba.
También ha sido operado dos veces de la rodilla por problemas derivados de su afición por el fútbol.
El exmandatario es líder del partido de gobierno Movimiento Al Socialismo (MAS) y mantiene fuertes diferencias con la administración de su delfín, el presidente Luis Arce. Él no ha confirmado si será candidato en las próximas elecciones presidenciales de 2025.