Escala la tensión entre Niamey y París. El régimen militar nigerino, resultado del golpe de Estado, acusó a Francia el 9 de septiembre de “desplegar sus fuerzas” en varios países de África occidental, con el objetivo de una “agresión” contra Níger.
Francia continúa desplegando sus fuerzas en varios países de la Cedeao en el marco de preparativos de una agresión contra Níger, que concibe en colaboración con esa organización comunitaria, declaró un miembro del régimen, el coronel mayor Amadou Abdramane, en un comunicado leído en televisión nacional.
Según el comunicado, el régimen constató desde el 1 de septiembre que “dos aeronaves de transporte militar tipo A400M y un Dornier 238 fueron desplegadas como refuerzo en Costa de Marfil” y “dos helicópteros multirol tipo Súper Puma” y “unos cuarenta vehículos blindados” en “Kandi y Malanville en Benín”.
Los generales al poder también dejaron constancia de “una centena de rotaciones de aviones militares de carga, que permitieron desembarcar importantes cantidades de material y de equipo de guerra en Senegal, en Costa de Marfil y en Benín, por sólo citar esos”. “Esas maniobras” tienen como objetivo “lograr una intervención militar contra nuestro país”, afirmaron.
Después del golpe de Estado del 26 de julio, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) esgrimió la amenaza de estar preparando una intervención militar en Níger para restablecer el orden constitucional y liberar al destituido presidente Mohamed Bazoum, restaurándolo en sus funciones. Una decisión apoyada por Francia, que cuenta con aproximadamente 1.500 soldados en el país del Sahel, en el marco de la lucha antiyihadista.
Discusiones sobre un “plan de repliegue”
El 3 de agosto, los generales nigerinos al poder, que desean sacar a los soldados franceses, denunciaron varios acuerdos de cooperación militar contraídos con la expotencia colonial. Afirman que uno de esos textos contenía un preaviso de un mes.
El régimen, en el comunicado del 1 de septiembre, dice que desde esa fecha y en adelante, esas fuerzas estarían presentes “ilegalmente” en Níger.
El “jefe de Estado Mayor de las fuerzas armadas de Níger recibió en Zinder al comandante de las Fuerzas francesas en el Sahel para discutir un plan de repliegue de las capacidades militares francesas”, indicó.
El régimen dice haber sido informado de un “anuncio de retirada (…) que viene de un nivel operacional y que no es entonces asumido ni por el Estado Mayor de las fuerzas armadas francesas ni por el Gobierno francés, y no fue el objeto de ningún comunicado oficial”.
El martes 5 de septiembre, París afirmó que “intercambios” estaban en curso entre los militares nigerinos y Francia para “facilitar los movimientos de medios militares franceses”, confirmando las palabras del día anterior del primer ministro de Níger, nombrado por el régimen, Ali Mahaman Lamine Zeine. “Surge la cuestión del mantenimiento de algunas de nuestras fuerzas”, declaró entonces el ministro de Defensa francés.
Por consiguiente, cada día, desde hace más de una semana, miles de personas se reúnen en las inmediaciones de una base militar en Niamey, capital de Níger, que alberga los soldados franceses, para exigir su retirada.
Por su parte, Estados Unidos, que dispone de casi 1.100 soldados en Níger, comenzó “por precaución” a reubicar sus tropas de la base 101 de Niamey a la base 201 de Agadez, en el centro del país, declaró el departamento de Defensa el jueves 7 de septiembre.
Pulso diplomático
Francia está metida en un pulso con Níger, que además retiró la inmunidad y la visa diplomática del embajador francés, Sylvain Itté y exigió su “expulsión”.
París, que no reconoce la legitimidad del régimen militar, justificó múltiples veces la persistencia de Sylvain Itté.
Francia rehúsa devolver a su embajador, declarado persona non grata por las autoridades y la justicia nigerina, remarcó el comunicado del régimen.
No obstante, Ali Mahaman Lamine Zeine había declarado que su gobierno esperaba “de ser posible, mantener una cooperación con un país con el que compartimos enormemente”. Expresó a su vez que tenía la “esperanza” de que su país tuviera “buena relación” con la Cedeao, después de que el jefe del régimen, el general Abdourahamane Tiani, anunciara una transición de una duración máxima de tres años.
La organización regional no quiere sin embargo “repetir” en Níger “las experiencias de Mali, de Guinea y de Burkina Faso”, regímenes militares con períodos de transición que habían sido negociados.