En un nuevo capítulo del proceso judicial que enfrenta el expresidente estadounidense, el Departamento de Justicia amplió la cuenta de cargos por los que se señala a Trump, añadiendo en la lista delitos como «obstrucción y retención intencionada de información de defensa nacional». La nueva acusación también incluye a un empleado del ahora precandidato republicano a la presidencia que lo habría ayudado a entorpecer la investigación de su residencia de Mar-a-Lago.
Eran 37 los cargos penales que el Departamento de Justicia estadounidense le había imputado a Donald Trump, sin embargo, este 27 de julio el fiscal especial para el caso, Jack Smith, agregó tres cargos más a la lista. Además, incluyó a un trabajador de mantenimiento de la residencia Trump al caso.
Carlos De Oliveira, de 56 años, es el nuevo integrante del proceso legal entre el Gobierno estadounidense y el magnate neoyorkino. Trump le habría pedido explícitamente a Oliveira que borrara ciertos metrajes de las cámaras de seguridad de la residencia, esto después de que el FBI allanará el lugar en 2022.
Entonces, presuntamente Oliveira se acercó con uno de los encargados de la seguridad de la residencia para mencionarle que «el jefe» –refiriéndose a Donald Trump– quería que se borraran los videos de vigilancia después de que el Departamento de Justicia los citara como relevantes para el caso.