Un escabroso caso de extremismo religioso enluta a Kenia. La Policía informó que aumentaron a 113 los cuerpos encontrados de víctimas de un líder cristiano que los habría motivado a prolongar un ayuno por días hasta morir de hambre.
Los primeros cadáveres fueron hallados en abril, mientras tanto, las autoridades investigan los hechos y ya han capturado a algunos sospechosos.
El presidente del país africano condenó lo sucedido y anunció la creación de un comité investigador.
Se empiezan a conocer más detalles sobre el caso en el que Paul Nthenge Mackenzie, un pastor en Kenia, animaba a feligreses a “encontrar a Jesucristo” mediante el ayuno extremo.
El líder de la secta cristiana realizaba «retiros espirituales» en el bosque Shakahola, al sur del país, donde las autoridades siguen buscando las más de 560 personas que fueron reportadas como desaparecidas y que podrían estar ligadas a este caso.
«Me temo que tenemos muchas tumbas en este bosque y esto nos hace concluir que este fue un crimen altamente organizado. Actualmente 20 fosas comunes están siendo abiertas. El proceso está lejos de terminar», declaró el ministro del Interior keniano, Kithure Kindiki.
Algunas de las víctimas también fueron encontradas con marcas de estrangulamientos, asfixia y tortura. Otros de los cadáveres correspondían a menores de edad, así lo reveló el patólogo jefe Johansen Oduo.
Según apuntan las primeras pesquisas, los fieles eran forzados a seguir con el ayuno, aunque quisieran abandonarlo.
Ezekiel Odero, un conocido predicador de televisión, también fue relacionado con esta masacre y fue detenido, pero la semana pasada fue liberado luego de pagar una fianza equivalente a los 9.000 dólares.
El predicador había sido acusado de recibir grandes cantidades de dinero en efectivo, que presuntamente provendrían de los seguidores de Mackenzie, quienes según apuntan las investigaciones, vendían sus bienes tras recibir la orden del líder del culto.
Las primeras víctimas mortales habían sido encontradas a finales de abril, pero las exhumaciones fueron suspendidas durante varios días por una serie de fuertes lluvias que afectaron las labores de las autoridades.
Pero algunos feligreses corrieron una mejor suerte, las autoridades informaron que han encontrado al menos a 68 personas con vida, quienes serían piezas clave para esclarecer los hechos.