El asalto en la embajada mexicana en Quito crea un mal precedente

AGM: La invasión de soldados ecuatorianos, bien armados, en la embajada mexicana en Quito en busca de un opositor de ese gobierno, crea un mal precedente y viola las leyes internacionales sobre la protección del asilo diplomático.

El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, quien dio personalmente la orden del asalto, para detener al exvicepresidente, Jorge Glas, lo lamentará para siempre, aunque ahora trata de justificarla, alegando que es “un delincuente” y no “un preso político”. Esa acción le ocasionará a Noboa muchas repercusiones negativas. Aunque no en Caracas, La Habana y Managua, las tres dictaduras latinoamericanas donde la ven con buenos ojos.

JG: Definitivamente una de las cosas que ha funcionado tantas décadas cuando se llegó al Convenio de Viena el cual permitía y declaraba como territorio ajeno del país que tiene relaciones diplomáticas, sus embajadas y sus terrenos son sagrados y no pueden intervenir tropas o funcionarios del gobierno anfitrión. El caso de Ecuador será aplaudido por dictaduras, pero no por la gente que cree en la seriedad de los convenios internacionales.

AGM: Ya no es un asunto solo ecuatoriano, es latinoamericano e internacional por el precedente que podría crear.  En Caracas, ahora mismo, hay seis opositores del presidente Nicolas Maduro asilados en la embajada de Argentina, temeroso que este de una orden de asalto similar, además de quitar ya el agua y electricidad a la sede diplomática.  En Caracas ya tienen experiencia en estos asuntos. En la embajada de España estuvo asilado mas de un año el líder opositor, Leopoldo López.  Maduro no se atrevió a sacarlo por la fuerza por que la embajada estaba protegida por los GEO, militares españoles bien adiestrados y armados.

Carlos García

Editor

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