El tema JOH: DE LA DECLARACIÓN DE CULPA DEL “PRIMO”

Por Óscar Estrada.

En la trama judicial que se desarrolla por cargos de narcotráfico contra Juan Orlando Hernández (JOH), expresidente de Honduras, en la Corte del juez Kevin Castell, del Distrito Sur de Nueva York, la figura del exoficial de policía, Mauricio Hernández Pineda (MHP), adquiere nuevamente protagonismo, una semana antes del inicio del juicio. En una audiencia del pasado viernes 2 de febrero de 2024, ante el juez de primera instancia Robert W. Lehrburger “El primo”, como le llamaba Víctor Morales “El Rojo” a Hernández Pineda, en su testimonio en el juicio contra “Tony” Hernández, cambió su declaración a culpable de tráfico de cocaína, en un movimiento estratégico que resuena en los cimientos de la defensa de JOH y el exgeneral Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, también procesado en la misma Corte, por los mismos cargos.

Con su abogado Richard Ma a su lado, y frente a los representantes del gobierno, Kyle Wirshba y Elinor Tarlow, MHP admitió su culpabilidad en un cargo de conspiración para introducir cocaína a Estados Unidos, según la acusación formal sustitutiva S4 de 21 USC 963, 952(a); a cambio logró se le retiraran los otros dos cargos que pesaban en su contra. Esta declaración, que cambia la situación legal de MHP, no significa un acuerdo de cooperación con la Fiscalía. Esto lo sabemos porque, según indica el periodista Jeff Ernst en su cuenta de X, cuando existe un acuerdo de culpabilidad entre un imputado y la Fiscalía, esta “no concede una reducción (de la pena) a los testigos cooperantes hasta que hayan cumplido con sus obligaciones, o sea, hasta que hayan servido de testigo contra objetivos de la Fiscalía”. Y si no cumple, agrega Ernst, el cooperante pierde ese privilegio. En el caso de Hernández Pineda ya se le ha concedido una reducción a la pena, a cambio de declararse culpable.

Puede sí, MHP, dar aún la sorpresa y convertirse en testigo cooperante de la Fiscalía y de esa forma garantizar una reducción (todavía mayor) de la pena. Para ello, MHP deberá proporcionar información veraz y completa sobre los hechos en cuestión, así como cualquier otra información relevante para la investigación o el enjuiciamiento, en este caso específico, contra Juan Orlando Hernández, que es el objetivo final de los fiscales. El testimonio de MHP deberá además ser creíble y útil para el caso, coherente y respaldado por pruebas o corroboración siempre que sea posible. El juez Kevin Castell tendrá la responsabilidad de evaluar la admisibilidad del testimonio del imputado colaborador y su credibilidad, todo esto en esta semana.

Las defensas de Juan Orlando Hernández y Juan Carlos Bonilla por su parte, tienen el derecho a conocer los detalles del acuerdo de cooperación (si este existe) y saber cuál será el testimonio de Hernández Pineda, para poder así preparar su caso y cuestionar al testigo durante el juicio. No tenemos aún confirmación por parte de ninguna de las dos defensas de que exista este acuerdo ni de cuál sería el testimonio de MHP.

No deja de ser, sin embargo, esta circunstancia nueva, un impacto importante para las defensas de JOH y Bonilla. Hasta ahora, MHP había mantenido una postura de no culpabilidad, alineándose con la narrativa de la conspiración esgrimida tanto por “Tony” Hernández (TH) —hermano de JOH y condenado en 2019— como por el propio JOH. Esta “conspiración” ha sido un pilar en la defensa de JOH, sugiriendo que las acusaciones en su contra son parte de un complot más amplio. Ahora, la admisión de culpabilidad por parte de MHP no solo valida el juicio contra TH sino que también pone en entredicho la narrativa de JOH, sacudiendo las bases de su defensa.

Pero no todo es negativo para los dos imputados que restan en el proceso. Por el lado de Juan Carlos Bonilla, fue la amenaza de su testimonio en el juicio en contra de las mafias de la Policía lo que provocó que la defensa de Mauricio Hernández Pineda pidiera primero la separación de los juicios y, al no responder la Corte positivamente a su solicitud, terminara declarándose culpable. La acción de MHP da fuerza a lo que Bonilla pretende decir en su defensa, pues confirma que era un narcotraficante, durante los años de su jefatura en la Policía (2011-2013).

Y por el lado de JOH (hay que agregar, que desde el juicio contra TH la familia Hernández Alvarado han negado todo vínculo de parentesco con Mauricio Hernández Pineda), tener a “el primo” en el banquillo de los acusados, remarcando su colaboración criminal a través de los múltiples testigos, con el hermano “Tony” Hernández, iba a pesar en el criterio del jurado que vería en la Corte a una familia criminal con vínculos en lo más alto de la estructura del poder. Nada más efectivo en una Corte de este tipo que poder señalar directamente, con el dedo acusador, a un criminal sentado en la Corte.

Mauricio Hernández Pineda ha salido del juicio y con él el vínculo directo entre los narcotraficantes y los acusados. Ahora quedan los dos personajes de alto rango que tienen una narrativa parecida en sus defensas: la de la conspiración de las estructuras criminales, en alianza con agentes de la DEA, para acusarlos como represalia de la persecución que durante sus administraciones se ejerció en su contra.

Queda aún por ver si Mauricio Hernández Pineda subirá al estrado, ahora como testigo de la Fiscalía. Eso lo sabremos esta semana.

Carlos García

Editor

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