Hondureños dicen adiós a Sor María Rosa

El Cardenal Rodríguez dijo que se puede iniciar el camino a la beatificación de Sor María Rosa, recogiendo los testimonios de quienes le conocieron y se comprometió a presentar la causa ante Vaticano.

Tegucigalpa.- A eso de las 4:25 de la tarde llegaron los restos mortales de Sor María Leggol a la Basílica Menor Nuestra Señora de Suyapa, para la celebración de la eucaristía de cuerpo presente que fue presidida por el Arzobispo de Tegucigalpa, Óscar Andrés Rodríguez.

El féretro con el cuerpo de Sor María, fue recibido en medio de fuertes aplausos por los feligreses, algunos de ellos acompañaron una gran caravana previa a su llegada al templo religioso.

“Oremos por quien entregó su vida desde siempre a Cristo”, manifestó el Cardenal Rodríguez como parte de los ritos iniciales de la Santa Eucaristía.

En su homilía, el Arzobispo de Tegucigalpa, agregó que dichosos los que mueven en el Señor y no se presentan a él con las manos vacías, su memoria será bendita para siempre. externó.

Recordó que en los últimos días en que Sor María Rosa, estuvo enferma, hubo una importante manifestación de amor, de ese amor que ella misma había venido sembrando, qué bello es una vida llena de amor y no una vida sin sentido y vacía, resaltó.

“Lo más bonito es que cuando uno llega al final de una etapa y mira un poco hacia atrás, se da cuenta que no ha sido una vida vacía y nada intrascendente, esta hermana abrazó el crucifijo y se entregó a Jesús con los votos de pobreza, castidad y obediencia, llega hasta esta etapa llena de amor”, dijo.

Aplaudió la participación de Sor María en la Hermanas Escolares de San Francisco, de donde impulsó múltiples obras de caridad sobre todo a los que sufren de pobreza, miseria y especialmente los más enfermos.

Describió que la muerte de Sor María, más allá del dolor y la tristeza humana, representa un triunfo para Jesús, por hacer de las obras de caridad, su programa de vida en la tierra, fijándose en los huérfanos y abandonados de este país a quien ella les dio un hogar.

“Sor María cumplió con el llamado que el hizo el Señor, pero la obra no puede terminar ahí, la obra tiene que continuar, tenemos que imitar su ejemplo, como hacen falta más persona como  Sor María Rosa en Honduras, frente a la problemática que estamos viviendo”, externó.

Con sepultar los restos de Sor María, no puede sepultarse su obra de ninguna manera, si eso no ocurre significa que no la amamos, sino se sigue su ejemplo, ella ha sido la pionera y con poco ha hecho maravillas en la presencia de la Virgen María, no te vamos a olvidar esta Honduras que seguirás amando desde el cielo y que surjan más vocaciones como la tuya, concluyó.

Tras concluir la Santa Eucaristía, varios jóvenes quienes son fruto de la Sociedad Amigos de los Niños, organismo que ella creo para recatar niños abandonados, agradecieron a Dios por la vida de Sor María.

Posteriormente afuera de la Basílica Menor, muchos feligreses esperaban la salida de féretro con restos mortales de Sor María, con globos blancos para darle el último adiós. La religiosa será sepultada en Jardines de Paz de Suyapa.

 

 

(Proceso Digital)

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