En torno al Stade de France en Saint-Denis, en plena plaza de la Concordia de París en el ‘village rugby’, pero también en Burdeos, Marsella, Lyon, Toulouse.
Las autoridades francesas deben garantizar y perfeccionar sus dispositivos de seguridad durante la Copa del Mundo de rugby, a menos de un año para los Juegos Olímpicos.
El caos ocurrido durante la última final de la Champions de fútbol en mayo de 2022 en el Stade de France hará que muchos focos apunten al recinto que albergará el partido inaugural (Francia-Nueva Zelanda el viernes) y la final.
Se espera la presencia de 2,5 millones de espectadores, 600.000 de ellos extranjeros, en un evento que se extenderá por casi dos meses.
Y a diferencia de los Juegos, que se concentrarán en la región parisina, el Mundial de Rugby también tiene previsto la disputa de partidos en grandes ciudades como Burdeos, Toulouse, Marsella, Lyon.
En una conferencia de prensa celebrada este miércoles, los ministros del Interior Gérald Darmanin y de Deportes Amélie Oudéa-Castéra mostraron su «confianza» en «el e´xito organizativo», asegurando que se han «aprendido las lecciones» del fiasco de la final de Champions.
Darmanin destacó que se han «quintuplicado el número de agentes de policía en la lucha contra la delincuencia», calificado como el «principal peligro».
