Migrantes temen beber agua en “Fronteras Compasivas” por ataques de grupos de odio

TUCSON, ARIZONA. Fronteras Compasivas (Human Border, en inglés) es una organización conformada en su mayoría por voluntarios, que extiende su mano solidaria a favor de los migrantes de las diferentes nacionalidades que son abandonados a su suerte por los “coyotes” mexicanos, en medio del desierto infernal en Tucson, Arizona.

Esta organización ha instalado alrededor de 48 estaciones de agua en zonas donde se han encontrado los cadáveres de los migrantes que han perdido la batalla en el peligroso viaje a pie, a lo largo y ancho del desierto, con la finalidad de poder lograr “el sueño americano” que en este lugar se convierte en una pesadilla.

LA TRIBUNA conversó con la directora de Fronteras Compasivas, Laurie Cantillo, y con el vicepresidente del Consejo de Administración, Bob Feinman, cuya sede se encuentra en Tucson, Arizona, sitio donde este rotativo estuvo “in situ” conociendo de cerca la situación actual de la migración irregular, regular y las actuaciones de las autoridades de la Patrulla Fronteriza, así como de los grupos de ayuda a los migrantes.

Cantillo y Feinman compartieron ampliamente acerca de la labor que realizan y la manera en la que subsisten gracias a las donaciones y un pequeño fondo del condado de Pima.

El enfoque de esta corporación es estrictamente asistencia humanitaria.

Carlos García

Editor

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