Muertos, desaparecidos y desesperación de migrantes en el infierno del Darién

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El paso entre Colombia y Panamá, conocido también como el Tapón, es la parte más terrible de la travesía de los desesperados que buscan una nueva vida, sobre todo venezolanos, cuya presencia se multiplicó por diez en los últimos meses. Un camino que parece un infierno: según los cálculos de la Cruz Roja, entre el 10% y 15% de las mujeres sufren violencia sexual en el Darién.

 

 

 

Cada día se suman los testimonios sobre las tragedias de migrantes cruzando la peligrosa selva del Darién, que separa a Colombia y Panamá, en su empeño de llegar a Estados Unidos con la ingenua idea de tener asegurado un futuro promisorio. Pero cuando logran superar la prueba de la jungla, de las bandas criminales que controlan la rutas migratorias, del hambre, la ruina y la sed, sigue otro infernal laberinto durante meses hasta llegar a la frontera norte de México.

 

 

 

 

El desespero por de la terrible crisis humanitaria que sufre Venezuela ha llevado a cientos de migrantes a caminar largos tramos, atravesar montañas difíciles con bajas temperaturas y peligrosas selvas que amenazan sus vidas. Actualmente los venezolanos son la población migrante más numerosa en cruzar la peligrosa Selva de Darién, también llamada Selva del Infierno. Esta región está localizada en las aéreas limítrofes entre Panamá y Colombia. La densa vegetación que caracteriza a la zona la ha convertido en el telón propicio para el paso irregular de migrantes en busca del ansiado sueño americano y el narcotráfico.

 

 

 

Durante la travesía, Mujeres, hombres y niños cruzan la densa selva tropical donde el terror invade cuerpos y se aferran con fuerza al deseo de tener una vida mejor para poder enfrentar terribles obstáculos.

 

 

Entre estos se encuentran reiterados robos, violaciones y muchos son asesinados. A esto se suma elevadas temperaturas, peligros mortales como ríos caudalosos, serpientes venenosas, el ataque de animales salvajes y la presencia de los narcotraficantes del Cartel del Golfo.

 

 

 

 

Durante el trayecto es común que los caminantes encuentren cadáveres debajo de ramas y barro. Además ven con impotencia como otros integrantes del grupo con quienes viajan desaparecen cuando la corriente del río se los lleva. En el área llamada “Loma de la Muerte” es cuando sufren las peores atrocidades: sufren robos muy violentos, y según relatan los migrantes allí es donde son más comunes las violaciones sexuales a mujeres y niños.

Según el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (Senafront), en enero cruzaron a Panamá 4.442 migrantes, de los cuales 1.153 eran venezolanos y 653 haitianos. Por otro lado en lo que va de 2022, cerca de 28.079 venezolanos han cruzado el tapón de Darién.

 

 

 

En los últimos días se han reportado alrededor de 100 migrantes venezolanos desaparecidos en la Selva de Darién. Sus familiares han reportado que no se han podido comunicar con ellos.

 

 

Smolansky expresó: “los venezolanos han superado en 2022 a los haitianos, cubanos y colombianos como la población migrante más grande en cruzar el Darién. Desde enero hasta mayo se estima que 17.262 migrantes y refugiados venezolanos han atravesado ese ‘tapón’. El infierno en la tierra. El año pasado lograron entrar a Estados Unidos al menos 150.000 venezolanos. Ese país es el principal destino de los migrantes venezolanos que atraviesan la selva de Darién“.

 

 

 

De igual modo el Comisionado de la OEA agregó: “náufragos, caminantes y el infierno del Darién son de las consecuencias más crueles que ha dejado un régimen responsable de crímenes de lesa humanidad. Además de haber causado la cuarta hambruna más grande del mundo. 6,2 millones de venezolanos no huyen de un país que se arregló“.

 

 

 

El líder opositor, Juan Guaidó señaló al régimen de Nicolás Maduro como responsables de la tragedia de estos venezolanos. El político afirmó: “es la dictadura de Maduro la que ha empujado a los venezolanos a arriesgar su vida en la Selva del Darién. Cada venezolano que ha muerto cruzando el Darién, cada testimonio desgarrador de un sobreviviente se siente en el alma de un país que padece una crisis sin precedentes en nuestra región. Esta tragedia nos convoca una vez más a luchar por salvar a nuestro país“.

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