REDACCIÓN AMÉRICA (EFE). Buena parte de América Latina registra un repunte de casos de COVID-19 tras las celebraciones de fin de año, mientras la situación parece controlada en Brasil o México, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió de que el coronavirus sigue “mutando y matando” y no se debe bajar la guardia.
En los últimos meses del 2023 se detectó la presencia de una nueva variante, la JN.1., que se trasmite con más facilidad debido a que es más resistente al sistema inmunitario de las personas que la contraen.
Entre la primera y segunda semana del 2024, tanto la OMS como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos han recomendado retomar el uso de mascarillas en recintos cerrados, en especial en hospitales y clínicas tras el aumento de pacientes con COVID-19 y otras enfermedades respiratorias.
Aunque en la actualidad el impacto del coronavirus ha disminuido, las autoridades sanitarias han instado a los diferentes Gobiernos a tomar otras medidas como los refuerzos en la vacunación para que los casos no escalen, que en la mayoría de los países ya no se reportan.
“Las nuevas variantes de COVID-19, como la Omicrom o JN.1., son consideradas de interés por los cambios en el comportamiento del virus y el impacto en la salud de las personas”, dijo a EFE una fuente de la OMS.
Y reiteró el llamamiento esta semana del director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, para que se adopten medidas preventivas contra una enfermedad que “aunque ya no supone una emergencia internacional, sigue circulando, mutando y matando”.
A nivel global, las hospitalizaciones aumentaron un 42% y 68% los ingresos de pacientes a UCI.
