Policías y servidores judiciales implicados en red de pornografía infantil y trata de personas

El Ministerio Público (MP) y la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) desarticulan red de pornografía infantil y trata de personas en Roatán,  Islas de la Bahía, que involucra a policías y servidores judiciales, la mayoría de sus víctimas eran niñas indefensas.

COMUNICADO

Se presenta requerimiento fiscal con órdenes de captura contra una peligrosa estructura criminal dedicada a la Pornografía Infantil, Trata de Personas y otros delitos conexos contra jóvenes y menores de edad en las Islas de la Bahía, la investigación, liderada por la Unidad Contra la Trata de Personas del Ministerio Público y la Dirección Policial de Investigación (DPI), logró identificar a todos los miembros de la banda criminal a quienes luego de un riguroso trabajo se logró establecer como se aprovechaban de niñas y adultos víctimas de este flagelo.

Todo dio inicio cuando se capturo al norteamericano Gary Lee a quien se relacionó con la desaparición de la joven Angie Peña, sin embargo, se logró descubrir que existía esta red a la cual se le encontraron evidencias de relaciones sexuales con sus víctimas menores edad, en donde se encontraron imágenes repudiables de niñas indefensas, además de identificar a sus miembros Harold Green, William James Murdock, Gustavo Trejo y Antonu Frank Grayson para quienes se ha pedido orden de captura.

Esta red conformada en el año 2019, estaba integrada también por el secretario del Juzgado de Paz de Roatán y entre ellos se denominaban “Delta Teams”, dedicados. también a la venta de drogas y tráfico de armas, delitos cometidos con apoyo de la policía y asesoramiento de un juez de paz quien les ayudaba con procesos ficticios y falsificación de documentos, utilizados para amedrentar a otras personas. Todo lo anterior movido con los dineros provenientes en su mayoría del delito de Trata de Personas.

La investigación permitió también poner al descubierto varios negocios vinculados como The Dock Resort, Happy Harrys Hideaway, Ikigai e Ipanema, lugares donde abusaban de sus víctimas y las marcaban para siempre con secuelas físicas, psicológicas y emocionales que las sellaran para toda la vida. Para dichos negocios se ha solicitado el aseguramiento y privación de dominio a favor del estado.

Ser víctima de explotación sexual o trata de personas, causa muchos traumas, problemas de salud mental, dificultades en el desarrollo emocional, además de generar sentimientos de culpa, vergüenza y baja autoestima. El Ministerio Publico sigue con su compromiso en defensa de los grupos vulnerable, respondiendo con acciones concretas, dando golpes certeros a la delincuencia organizada.

Carlos García

Editor

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